José María Bauzá de Mirabó, director general de Mac Insular, aborda en esta entrevista a mallorcadiario.com la escasez de viviendas y su impacto en el sector de la construcción. Destaca el cambio hacia la rehabilitación y demolición, generando más residuos de construcción y demolición. Valora positivamente las acciones contra vertederos ilegales y anuncia una reducción de tarifas para el 2025. El modelo de gestión de residuos en Mallorca sigue siendo avanzado, con un reciclaje del 98,5%. Se proponen mejoras en el servicio, como la implementación de nueva tecnología para optimizar procesos.
La escasez de viviendas es un asunto que ocupa a diario la agenda política y los medios de comunicación. ¿En qué medida está afectando esta problemática a MAC Insular y al sector de la construcción?
La escasez de viviendas está teniendo un impacto significativo. Vemos un incremento de precios tanto en la adquisición como en el alquiler de viviendas, creando un problema social de exclusión para residentes y jóvenes que no pueden adquirir una casa. Este aumento de precios también afecta a la mano de obra, dificultando cada vez más traer trabajadores de fuera de la isla. Además, hay un incremento de inversores extranjeros con mayor poder adquisitivo, lo que también influye en el mercado.
La escasez de viviendas es consecuencia de la escasez de suelo. A diferencia de años anteriores, donde había crecimiento en viviendas de obra nueva, ahora prácticamente no hay suelo disponible para urbanizar. Esto ha producido un cambio de modelo en el sector de la construcción, con un enfoque cada vez mayor hacia la rehabilitación, la reforma e incluso la demolición. Este cambio se observa en ciudades como Palma y en pueblos, impulsado por cambios normativos desde los ayuntamientos y el Govern, lo que genera más residuos.
¿De cuánto residuo estamos hablando?
Una reforma genera 15 veces más residuos por metro cuadrado que una obra nueva de construcción, y una demolición, 46 veces más. Cada vez se genera más residuo por metro cuadrado construido y el modelo va en esa dirección. Desde MAC Insular trabajamos para poder dar el mejor servicio a estas nuevas necesidades de incremento de residuos, manteniendo siempre la calidad y los niveles de reciclaje que hemos tenido en los últimos años.
La lectura positiva de este cambio es que nuestra labor ahora se hace todavía más necesaria. En una isla como Mallorca, tiene todo el sentido del mundo no utilizar recursos naturales y aprovechar al máximo los residuos de construcción y demolición como nuevos áridos para la construcción.
Háblenos más de ese cambio de modelo de construcción.
Estamos yendo hacia un modelo donde no hay grandes promociones de viviendas, como veíamos en 2003, y donde predomina la rehabilitación y la demolición. La rehabilitación es principalmente para quienes quieren una casa de cierto nivel, compran una casa de segunda mano y la reforman.
En cuanto a la demolición, vemos dos tipos de obras recurrentes. La primera tiene que ver con el aprovechamiento de suelo. Por ejemplo, tienes una finca de dos alturas en Palma y el planeamiento urbanístico permite transformarla en ocho alturas. En este caso, la demolición efectuada genera un aprovechamiento del suelo con más viviendas.
Luego están los extranjeros que, debido a la falta de solares en primera línea o en grandes urbanizaciones, compran viviendas antiguas frente al mar, construidas en los años sesenta o setenta. Una vez adquiridas, las derriban para hacer nuevas construcciones. Estas demoliciones generan enormes cantidades de residuos.
En fechas recientes tuvo lugar una operación del Seprona con varios vertederos ilegales de escombros en Mallorca. ¿Qué valoración hace de estas acciones?
Valoramos muy positivamente la acción del Seprona porque estos vertidos ilegales y entramados industriales no son solo dos o tres sacos en la carretera, sino algo mucho más grave. Hablamos de gente con un solar en terreno rústico que tiene maquinaria y gestiona residuos de construcción y demolición sin autorización. Ni están dados de alta. Se trata de un entramado que perjudica a quienes cumplen con el servicio y pagan una tarifa frente a aquellos que evitan la entrada. Cuantas menos entradas haya, la tarifa unitaria será superior, con lo cual están pagando justos por pecadores.
Además del problema ambiental y posibles contaminaciones que crean estos solares rústicos, se trata de un tema de competencia desleal que no respeta la normativa y las exigencias para tratar ese tipo de residuos. Normalmente son empresas que trabajan en la economía sumergida y cuya actividad sale fuera del ámbito legal. Además, en muchos de esos casos, estos entramados cobran nuestra tarifa al usuario de la reforma o la obra y depositan los residuos en estos vertederos. Por tanto, se trata claramente de una estafa.
Pronto se cumplirán 20 años desde el inicio de actividades de MAC Insular como empresa concesionaria del servicio público de gestión de residuos de construcción, ¿qué balance haría de este periodo?
El balance es muy positivo. El Consell de Mallorca implementó un sistema pionero y ambicioso con el objetivo de lograr un vertido cero. Antes de esto, la mayoría de los residuos de construcción iban a canteras sin ningún control, causando un gran problema ambiental. La decisión de ordenar y gestionar estos residuos adecuadamente, pasando a valorizar el 100% de los mismos, ha sido esencial. En 2003, esto era muy innovador, pero para una isla como Mallorca, que depende de su medio ambiente, tiene todo el sentido. Así evitamos vertederos y aprovechamos al máximo los residuos como recursos, reduciendo también la extracción de áridos naturales, que tiene un impacto ambiental y paisajístico negativo.
A pesar de los beneficios ambientales del sistema actual, los usuarios se quejan por lo elevado de las tarifas. ¿Esto tiene solución? ¿Es posible abaratarlas?
Entendemos las preocupaciones y es importante explicar el porqué de las tarifas. El sistema se diseñó con ocho centros en toda Mallorca, asegurando que ningún usuario esté a más de 25 kilómetros de un centro de gestión. Esto implica mayores costos de transferencia, transporte e inversión, pero facilita el acceso al servicio. Además, reciclar el 100% de los residuos es más costoso que un modelo que solo recicla una parte. Sin embargo, para una isla como Mallorca, este modelo es crucial. Hay dos estrategias para abaratar costos: una mayor participación de usuarios, que repartirá los costos y reducirá las tarifas, y posibles modificaciones contractuales que el Consell de Mallorca podría implementar. De hecho, prevemos que las tarifas se reduzcan en 2025 gracias al incremento de entradas en los últimos años.
¿De cuánto sería esta reducción?
Actualmente, estamos en fase de proponer las tarifas a la Administración, que deberá revisarlas y aprobarlas. En aproximadamente un mes o mes y medio, podremos anunciar el porcentaje exacto de la reducción. La propuesta se basa en el incremento de entradas, impulsado por actuaciones contra los vertidos ilegales y un cambio en los modelos de rehabilitación y demolición.
El modelo de gestión de RCD's aprobado en su día por el Consell de Mallorca fue pionero por su objetivo de vertido cero. ¿Sigue estando entre los más avanzados de la Unión Europea o ha quedado obsoleto?
No, sigue siendo de los más avanzados. La Unión Europea establece un objetivo de reciclaje del 70% para los residuos de construcción y demolición, mientras que en Mallorca hemos alcanzado el 98,5%. Este porcentaje es impresionante y nos posiciona como un referente en sostenibilidad y eficiencia en la gestión de residuos, no solo en España sino en Europa.
Tras casi dos décadas sin modificaciones sustanciales en el modelo de gestión, ¿caben mejoras en el servicio?
Sí, después de casi 20 años, es necesario modernizar y mejorar el servicio. Hemos mantenido los mismos equipos desde 2003-2004, pero existen nuevos equipos que mejoran la calidad de los áridos reciclados y optimizan procesos de selección con inteligencia artificial. Estas innovaciones permitirían ofrecer mejores productos reciclados a los usuarios. Ya estamos informando al Consell de Mallorca sobre estas posibles mejoras y creemos que deberían implementarse para seguir avanzando en la calidad del servicio.