Este miércoles se celebró el décimo aniversario de la proclamación de Felipe VI como Rey de España. Una década en la que ha demostrado su firme compromiso con la Constitución y la unidad de nuestro país, destacándose como un pilar esencial en tiempos de profunda polarización política y social. Desde su ascenso al trono en 2014, Felipe VI ha trabajado incansablemente para fortalecer la democracia española y mantener la cohesión nacional, valores que reflejan su lema: "Servicio, compromiso y deber" .
El rey Felipe VI ha sido objeto de críticas lacerantes tanto desde la izquierda radical y los movimientos independentistas, como desde la extrema derecha. Estos sectores, opuestos entre sí, han coincidido en su radicalidad en criticar al monarca y su papel institucional. Sin embargo, estas críticas no han hecho más que resaltar la importancia de su figura como moderador y garante del orden constitucional. En un país donde las tensiones políticas pueden amenazar la estabilidad, el rey ha mantenido una posición de equilibrio que muchos otros actores políticos no han conseguido.
A pesar de los ataques recibidos, Felipe VI ha sabido mantenerse firme, recordando en múltiples ocasiones la importancia de la Constitución como marco fundamental de nuestra convivencia. En su discurso reciente, hizo un balance de estos primeros diez años, destacando la necesidad de defender y respetar nuestra Carta Magna como garante de los derechos y libertades de todos los ciudadanos. Esta defensa constante ha sido crucial para frustrar los intentos de secesión en Cataluña y las crecientes demandas de populismos de extrema derecha, que buscan desestabilizar el orden constitucional, intentando involucrar al jefe del Estado en la contienda política.
"Confiemos en que la Familia Real siga visitando la isla y disfrutando del Palacio de Marivent durante muchos años"
La capacidad del rey para mantenerse por encima de las luchas partidistas y actuar como un símbolo de unidad y continuidad ha sido inestimable. Felipe VI ha demostrado ser un monarca moderno y accesible, cercano a la ciudadanía y consciente de los problemas que afectan a la sociedad española. Su presencia en actos públicos y su disposición a escuchar a todos los sectores de la población refuerzan su imagen como un líder comprometido con su país.
Y, por descontado, su vinculación con Mallorca sigue incólume, lo cual es muy de agradecer, pese a los desaires que recibe desde la izquierda radical, a la que parece haberse sumado el PSOE de Catalina Cladera. Confiemos en que la Familia Real siga visitando la isla y disfrutando del Palacio de Marivent durante muchos años.
Felipe VI ha consolidado su reinado como una figura central en la defensa de la Constitución y la unidad de España. Su habilidad para equilibrar las críticas de ambos extremos del espectro político destaca su papel fundamental en la preservación de la estabilidad y cohesión nacional. En estos diez años, su liderazgo ha sido una guía constante y necesaria en tiempos de incertidumbre, y su compromiso con el país sigue siendo inquebrantable.