Una parte sustancial de la recuperación y conservación del Patrimonio Histórico de las islas se lleva a cabo gracias al Impuesto de Turismo Sostenible (ITS). Este tributo permite financiar, entre otros, la rehabilitación de edificios históricos y su adaptación a nuevos usos, a la vez que asegura que estas modificaciones respeten la esencia y el valor original de las estructuras, ejemplo de ello son la rehabilitación integral del Convent de San Diego o la musealización de las Torres del Temple. Este enfoque ayuda a la preservación, mantenimiento y la protección de la cultura e identidad local, mientras asegura que la oferta cultural siga siendo un atractivo turístico vital. La preservación del patrimonio se convierte así en un elemento fundamental para la diversificación de la oferta turística, fortaleciendo la economía local y promoviendo un turismo más consciente y sostenible.
En total, se han llevado a cabo, gracias a la recaudación turística, 190 proyectos con un total de 390 millones de euros destinados a planes medioambientales, turismo sostenible, patrimonio histórico, formación y ocupación, investigación científica así como vivienda y alquiler social. Acotando los datos a proyectos de recuperación y rehabilitación del patrimonio, actualmente hay en marcha 17 proyectos, con una inversión total de 10.994.242 euros. De estos, nueve ya han sido finalizados mientras otros continúan en marcha.
Dichas inversiones contribuy en a la transformación de Baleares en un destino sostenible, con una oferta diversa y un atractivo cultural clave para la desestacionalización, siendo la historia y el patrimonio un foco de atención de muchas rutas turísticas. El Impuesto de Turismo Sostenible permite que la industria turística y su impacto económico repercutan positivamente en la comunidad local, permitiendo la conservación del patrimonio para el disfrute tanto de residentes como de visitantes.
REHABILITACIÓN Y MUSEALIZACIÓN
Torres del Temple: futuro Centro de Interpretación del Patrimonio de Palma
Declarado Bien de Interés Cultural (BIC), el edificio de las Torres del Temple tiene un valor patrimonial singular dado que sus dos torres conservan los pocos vestigios conocidos de la época islámica y la época cristiana medieval.
Estas torres son uno de los pocos vestigios que quedan de la presencia de esta orden militar en la ciudad. Ante su alto riesgo de degradación, se ha impulsado su rehabilitación, con el objetivo de dotar a Palma de un centro que sirva como orientación al visitante y fomente la difusión del patrimonio, aportando un valor añadido al desarrollo turístico de la capital mientras se sensibiliza a la población sobre la identidad cultural de su significado e importancia para el patrimonio arquitectónico e histórico de la ciudad.
Palma contará entonces con un importante instrumento de difusión e interpretación del patrimonio que acogerá visitas turísticas de calidad y aumentará el nivel de satisfacción de los visitantes, a través de una mejor comprensión y conocimiento de la cultura.
Destaca también su función educativa para residentes, permitiendo divulgar el patrimonio. El proyecto tiene un presupuesto total de 2.158.242 euros, y su finalización está prevista en 2025.
Las Torres del Temple eran una puerta de la muralla islámica del recinto denominado Gumara de Palma (siglo XI), reconvertida en Casa de la Orden del TemploTemple (siglo XIII) y adaptada en edificio de viviendas (siglo XIX). Son de estilo gótico y tienen una estructura robusta y austera, característica de las construcciones militares de la época. Están hechas de piedra y presentan elementos defensivos como aspilleras y muros gruesos. Fueron construidas en el siglo XIII por la Orden del Temple, una orden militar y religiosa que desempeñó un papel importante durante las Cruzadas. Los templarios eran conocidos por su habilidad en combate y su riqueza, y establecieron diversas fortalezas y encomiendas en toda Europa.
Este edificio se encuentra en el casco antiguo de Palma, cerca del mar y de otros puntos de interés histórico, lo que refleja la importancia estratégica que tenía la fortaleza templaria en su momento. En definitiva, son un testimonio del pasado medieval que proporcionará una conexión tangible con la historia de esta barriada de la ciudad.
Asentamiento fenicio de Sa Caleta: restauración de los restos
La conversión del espacio histórico urge de una rehabilitación integral. Para ello, se cerrará el espacio para garantizar su conservación y evitar su deterioro, tanto de los elementos museísticos como los patrimoniales. Todos los restos serán restaurados, junto con los de la batería militar, sobre todo los túneles subterráneos, el lugar de los dos cañones y el lugar de mando.
En cuanto a la creación de un centro de interpretación, se utilizará como espacio el cuartel militar ya restaurado. En la futura recepción se reproducirá a escala natural una casa fenicia, con todos sus elementos típicos, y contará con una sala de audiovisuales, dónde, además de explicaciones amplias sobre los fenicios y las razones que los movieron a instalarse en sa Caleta, también se explicará el contexto histórico de la batería militar de 1940 y, en general, el alcance de la declaración de Ibiza, biodiversidad y cultura, Patrimonio Mundial.
Una tercera sala irá dedicada a juegos pedagógicos dirigidos a los escolares. El importe total es de 683.651 euros y también finalizará en 2025.
El asentamiento fenicio de Sa Caleta en Ibiza es uno de los sitios arqueológicos más importantes de la isla, que proporciona valiosa información sobre la presencia y actividad de los fenicios en el Mediterráneo occidental, debido a su posición estratégica, se convirtió en un punto clave en sus rutas comerciales. Sa Caleta se encuentra en la costa suroeste de Ibiza, situado en una pequeña bahía, lo que habría proporcionado un puerto natural seguro para los barcos fenicios.
El asentamiento de Sa Caleta fue ocupado desde finales del siglo VIII a.C. hasta el siglo VII a.C y es uno de los primeros asentamientos fenicios en el Mediterráneo occidental y en 1999, la UNESCO declaró a Sa Caleta Patrimonio de la Humanidad, en su categoría de Bien Mixto junto a otros enclaves culturales y naturales reconociendo así su valor.
FINCA PÚBLICA GALATZÓ: REPARACIÓN DE UN ELEMENTO ÚNICO Y OPTIMIZACIÓN DEL AGUA
Este proyecto tenía un doble objetivo: por un lado, poner en funcionamiento la canaleta y los molinos del sistema hidráulico del Galatzó, y así aprovechar el agua y evitar su desperdicio; y por otro, recuperar un elemento exclusivo del patrimonio etnológico balear. La finca pública Galatzó, ubicada en las proximidades del casco urbano de es Capdellà, en Calvià, se remonta a la época medieval y durante siglos, fue una de las posesiones rurales más importantes de la isla, dedicada a la agricultura y la ganadería.
Con la intervención se ha conseguido rehabilitar uno de los edificios para darle la función de albergue y restaurar el sistema hidráulico para poder ser visitado, mostrando una construcción de la tradición mallorquina que se encuentra en peligro de desaparición. Otro objetivo prioritario ha sido y es mejorar tanto el espacio agrícola y ganadero como el forestal, además de conservar los usos tradicionales que han caracterizado el lugar en el que se encuentra ubicado: la Serra de Tramuntana.
La finca limita con los términos municipales de Puigpunyent, Andratx y Estellencs y con sus 14.013.500 metros cuadrados de terreno, se trata de una de las fincas de mayor extensión de las Illes Balears, y que se encarga además de la captación de aguas subterráneas para el drenaje. En ella se puede encontrar una casa señorial del siglo XVII, un molino de agua, una capilla y otras estructuras agrícolas tradicionales.
Estas construcciones reflejan la arquitectura rural mallorquina y su evolución a lo largo del tiempo. Además, está envuelta en leyendas locales, algunas de las cuales giran en torno al "Comte Mal", un noble del siglo XVII que, según la tradición, cometió numerosos actos crueles y cuyos fantasmas se dice que aún rondan la finca. Su variado paisaje incluye montañas, valles y bosques mediterráneos, lo que la convierte en un importante refugio de biodiversidad necesario de proteger.
Desde su adquisición pública, se han llevado a cabo diversos proyectos para la restauración de su patrimonio arquitectónico y la preservación de sus ecosistemas naturales como la recuperación de senderos, la rehabilitación de edificios históricos y la gestión sostenible de los recursos naturales. Cabe recordar que el devastador incendio de Andratx afectó a parte de la finca y se trabajó para su restauración. Este proyecto ha finalizado y ha supuesto una inversión de 784.838 euros.
CONSERVACIÓN DE LA TORRE DE DEFENSA RAMBLA DE MAÓ
La Torre de Rambla es una torre de defensa construida por los británicos a finales del siglo XVIII, también declarada BIC, que se encontraba abandonada y sin uso. A pesar de que se encontraba en un estado de degradación, era la que mejor conservaba todos los elementos originarios, por ello resultaba fundamental conservarla para su disfrute y preservación.
Como es casi imposible obtener piedras con las mismas características que las usadas en su origen, se recuperarán todas las piedras posibles para recolocarlas. El resto, deberá consolidarse con un mortero estructural que garantice la resistencia de la "piel" de la torre.
Esta torre de defensa es la única que se encuentra en el Parque Natural de s’Albufera d’Es Grau, y por esta singularidad, los trabajos deben ser meticulosos y contar con la supervisión constante de un arqueólogo, que permitirá complementar la información aportada al proyecto, que cuenta con un presupuesto de 2.158.242 euros y continúa en desarrollo, estando previsiblemente listo en 2025.
De igual forma, se espera poder realizar un uso museístico exterior. Está situada en el cabo de Rambla, que separa la Cala de sa Torreta de la Cala dels Tamarells, y fue construida entre 1799 y 1802. Está formada por planta baja, piso intermedio y terraza de combate. La planta baja era almacén de víveres, pólvoras y repuestos. En la planta intermedia se alojaba la guarnición. Estaba formada por una sola habitación abovedada y planta octogonal. Está comunicada con la terraza a través de una chimenea. La terraza es circular, con una apertura en el parapeto al lado del matacán y empleada seguramente para subir el cañón y los proyectiles.
En las inmediaciones quedan los restos de un edificio que alojaba a los soldados de caballería que transmitían los avisos de tiempo brumoso y vigilaban los puntos ocultos a la visión desde la torre.
CONVENTO DE SANT DIEGO: NUEVO CENTRO DE GASTRONOMÍA MENORQUINA
La rehabilitación integral del convento de Sant Diego, más conocido como el Patio de sa Lluna, ha permitido albergar un Centro de Gastronomía Menorquina. El proyecto, ya finalizado, con una inversión de 884.693 euros, se ha convertido en uno de los referentes culturales, debido a su edificio emblemático, mostrando la espectacular arquitectura, una parte de la historia y la vida de Menorca. Ahora cuenta con una cocina laboratorio y una cocina para talleres gastronómicos, además de una pequeña exposición y espacios dedicados a la formación, poniendo en valor la parte cultural de la isla.
Aprovechando la estructura del convento, la musealización del espacio se ha dividido en cuatro espacios. En el patio de Sa Lluna, a pie de calle, se realizan actividades culturales y exposiciones temporales.
En la zona de entreplantas, se ha habilitado un espacio para convenciones. Mientras que las exposiciones permanentes se pueden ver en la primera planta. Cabe destacar la colección “L’essència de Menorca”, una muestra de la etnología de Menorca que consta de parte de la colección Llambies, adquirida por el consistorio. El guiño al Alaior industrial está en la segunda muestra de este espacio, “El calçat a Menorca: de l’artesania a la industria”, que recorre la historia de la fabricación de calzado en la isla.
En la planta baja se esconde un gran aljibe que fue descubierto mientras se realizaban las obras de rehabilitación.
Dentro del proceso de rehabilitación y dotación de equipamientos al Convento de San Diego, se ha llevado a cabo la finalización de las instalaciones y la restauración de las pinturas grisallas, la colocación de las ya restauradas y la restauración de todas las claves de bóveda.
Las pinturas grisallas son un elemento de gran valor patrimonial y gran parte se ha conservado gracias a la protección que durante años le han proporcionado las capas de cal. Las pinturas grisallas servían para explicar aspectos de tipo religioso, de forma didáctica, en la población de Alaior de la época.
El proyecto también incluye la instalación completa del sistema de climatización en el inmueble, con toda la maquinaria necesaria y los conductos interiores; la limpieza e impermeabilización del aljibe así como la finalización de dos salas para albergar un nuevo uso propuesto como Centro de Gastronomía Menorquina.
Su importancia en la historia de la ciudad viene dada por la influencia franciscana en Menorca. Incluye un convento, iglesia y claustro y las obras se iniciaron en el año 1623 cuando, tras el asalto turco a Menorca (1558), la población comienza a recuperarse y se autoriza la construcción de un convento franciscano bajo la advocación de San Diego. Sin embargo, dos siglos más tarde, y con las desamortizaciones de Mendizábal, el convento deja su función religiosa y se convierte en un edificio de uso civil hasta 1998.
Durante este tiempo, el convento fue utilizado como vivienda para militares, como matadero e, incluso, se arman pequeños talleres de fabricación de bisutería y calzado. En 1993, el Govern de les Illes Balears declara el conjunto arquitectónico, que data del siglo XVII, como Bien de Interés Cultural. Desde su adquisición hasta la actualidad se ha procedido a su rehabilitación integral (Patio de la Luna) realizando obras, primero de mantenimiento y después de rehabilitación.
REVALORIZACIÓN DE LA ZONA RÚSTICA DE SA MARINA DE S'ERMITA
La parcela rústica sa Marina de s'Ermita se encuentra situada muy cerca del núcleo urbano de Ferreries. Su adquisición y recuperación, con un coste de la mano del Impuesto de Turismo Sostenible de 298.094 euros, es una reivindicación histórica de los residentes, para llevar a cabo la revalorización de este espacio natural, de alto valor paisajístico y ambiental y que contribuye a incrementar el patrimonio de zonas verdes.
La zona rústica es predominantemente agrícola, con cultivos de secano como almendros, algarrobos y olivos. También se practica la ganadería en menor medida. Las parcelas suelen estar delimitadas por paredes de piedra seca, una técnica tradicional de construcción en la isla.
La encina que hay en su interior está protegida, y en la misma parcela se hallan unos antiguos edificios utilizados desde hace tiempo por la parroquia de Ferreries y por el Obispado de Menorca.
El objetivo es potenciar sus altos valores medioambientales, patrimoniales y culturales, revalorizando el patrimonio histórico y cultural del término de Ferreries.
Con su protección, se ofrece para el disfrute de la naturaleza y la conservación de prácticas tradicionales.
Otros proyectos financiados con el ITS y que ya han sido ejecutados son la rehabilitación de los tramos de las murallas de Alcúdia; la adquisición de la finca rústica Sa Senieta, de Formentera; o la rehabilitación de parte de la muralla del castillo medieval islámico de Santa Àgueda; la conversión de las canteras de Sa Raval Vella des Castell, en Menorcay, la recuperación del Camí de Cavalls. Estos y los que continúan en marcha pueden conocerse desde la webwww.illessostenibles.travel