El próximo miércoles se celebrará una reunión entre la dirección del aeropuerto de Palma y el Govern, a petición del Ejecutivo autonómico. Se trata de evaluar la situación tras las inundaciones sufridas en Son Sant Joan el pasado martes, que han puesto de manifiesto una vez más las graves deficiencias en la gestión de Aena.
El aeropuerto se vio afectado por fuertes lluvias que causaron graves problemas de operatividad, con la paralización total de los vuelos. Este evento no solo afectó a miles de pasajeros, sino que también expuso a los trabajadores a condiciones inaceptables. Además, muchos de ellos que tienen alquilada una plaza de aparcamiento vieron sus vehículos dañados a consecuencia del agua acumulada en la zona de estacionamiento.
Es indignante que en pleno siglo XXI, un aeropuerto de la importancia y rentabilidad económica del de Palma, que es la principal puerta de entrada a uno de los destinos turísticos más populares de Europa, ofrezca una imagen tan deplorable.
Los usuarios se encontraron con instalaciones inundadas, vuelos cancelados y una total falta de información y asistencia. Los trabajadores, por su parte, se vieron obligados a lidiar con esta situación caótica. Este episodio, más que un incidente aislado, refleja una grave negligencia en la planificación y gestión de esta infraestructura estratégica por parte del ente aeroportuario Aena.
"Aena ha demostrado una vez más su falta de compromiso con la calidad y seguridad de sus servicios"
A pesar de la magnitud del problema, Aena ha optado, una vez más, por guardar silencio y no asumir su responsabilidad. Lo mismo si hay una huelga de celo en los filtros de seguridad que si se inunda un bloque de la terminal. Esta actitud es inaceptable.
Los pasajeros y empleados afectados merecen una explicación y, sobre todo, soluciones concretas para que situaciones como esta no vuelvan a repetirse. Sin embargo, Aena ha demostrado una vez más su falta de compromiso con la calidad y seguridad de sus servicios.
Deben adoptarse medidas de forma inmediata para investigar las causas de estas inundaciones y corregir las deficiencias estructurales que han salido a la luz. Se necesitan acciones contundentes y efectivas. La confianza de los usuarios se ve comprometida y episodios como deplorables como este, la erosionan profundamente.