Los pasajeros, los pilotos y el resto de tripulación del vuelo OS434 jamás olvidarán la tarde de este pasado domingo, cuando una fuerte tormenta eléctrica acompañada por granizo causó importantes destrozos en el avión que les trasladaba desde Palma hasta la capital de Austria, Viena.
Los hechos tuvieron lugar una vez que la aeronave despegó de Son Sant Joan. Eran alrededor de las 15.30 horas. Más tarde, ya a 6.000 metros de altitud, el avión de la compañía Austrian Airlines se vió sorprendido por unas inclemencias metereológicas que pusieron en serie peligro a sus ocupantes.
Todo empezó a la altura de la ciudad de Hartberg, cuando una sorpresa eléctrica acompañada por granizo sorprendió a los presentes. Entonces, los pilotos tuvieron que maniobrar con destreza para aterrizar y evitar un terrible desenlace.
Al aterrizar en Austria, sobre las 18.00 horas, el avión apareció con parte de su morro frontal arrancado y el fuselaje visiblemente afectado. Además, los cristales, incluídos los de la cabina de los pilotos, estaban seriamente dañados, debido al impacto y a la fuerza del granizo.
Por fortuna, no hubo que lamentar heridos. Los daños materiales, por su parte, quedaron inmortalizados gracias a unas fotografías que van camino de convertirse en virales.