Quedan menos de dos meses para que finalicen las obras de Plaza España, después de más de un año que este emblemático lugar del centro de Palma haya tenido que verse entre verjas y excavadoras. La plaza no sólo contará con nuevo pavimento y ornamentación vegetal y decorativa, sino que, tras el imprevisto hallazgo de la antigua muralla de Palma -cuyo derribo llevó hace 120 años a la expansión de la ciudad-, el recuerdo de esta obra también estará presente.
Tras más de un año de trabajos, la nueva Plaza España verá la luz este agosto, cuatro meses más de lo previsto al ampliarse los trabajos proyectados por el anterior consistorio. Lo más laborioso, según Juan Afan, director técnico de las obras, ha sido el encontrarse con las tuberías de amianto que cruzan la ciudad, lo que ha ralentizado los planes de ejecución, además de los hallazgos arqueológicos, en referencia a la antigua muralla de Palma, que finalmente será uno de los principales valores de la plaza: los viandantes podrán distinguir su trazado a través de las baldosas, y aunque la muralla seguirá bajo tierra, podrá ser recordada.
A pesar de que todavía quedan dos largos meses de obras en pleno verano, los técnicos aseguran que "lo más difícil" ya está listo, que era la red de tuberías, y que ha quedado totalmente renovada, por lo que evitará posibles socavones e inundaciones. Ahora se ultimarán detalles, como la restauración de los elementos arquitectónicos como la estatua del rei Jaume I y la colocación de las últimas baldosas.
RENOVACIÓN COMPLETA RED DE TUBERÍAS
La red de tuberías de la zona databa de antes de los años 40, donde se mezclaban las aguas fecales y pluviales en algunos puntos. La separación y la renovación tanto de las redes de agua potable, pluviales y residuales permite que cuando llueva, no se produzca dicha mezcla, y evitar roturas de tuberías.
El plan inicial contemplaba el cambio del pavimento de la plaza, que era de pizarra negra y muy deslizante. Las nuevas losas son de dos tamaños, fabricadas de cemento y fibra para resistir la carga y son más adherentes, de un grosor aproximado de 16 centímetros. Para aprovechar el cambio de baldosas, se realizó también la mejora de la red de tuberías, que estaba obsoleta.
LAS BALDOSAS REPRESENTARÁN LA MURALLA DE PALMA
La diferenciación se distingue en los avances hasta la fecha, donde pueden verse las baldosas más rugosas que el resto y una doble tira de latón entre las juntas. "Esperamos que así se conozca por dónde iba la muralla y por dónde se entraba a la ciudad. No veremos los restos arqueológicos, pero los pisaremos y los sentiremos", relata Afan.
VALOR CULTURAL A TRAVÉS DE LA ILUMINACIÓN
Mientras se están acabando de instalar las últimas baldosas, se trabaja en los últimos detalles. Según el coordinador de Infraestructuras, Joan Josep Lemm, la iluminación de la plaza "ya era buena", pero se espera convertirla en "escénica".
El objetivo que se persigue ahora es que ponga en valor los emblemas de la plaza con unos focos que dirijan la luz hacia la nueva jardinería, y especialmente el ficus, además de la estatua de Jaume I y la estación meteorológica de Gaspar Bennàzar, que están siendo restauradas minuciosamente. De hecho, es barómetro, que data de 1910, ya puede volver a leerse con claridad tras años de abandono.
El proyecto de jardinería también ha finalizado, aunque quedan los nuevos alcorques, pero ya se han sembrado nuevas plantas y flores que darán más color a la plaza. Concretamente, se ha llevado a cabo la plantación de 6.780 plantas arbustivas en todos los parterres de la plaza, con un presupuesto de 84.341 euros. Entre las especies, acebo, olivilla, flor de temporada y begonia.
En cuanto al carril bici que cruzaba la plaza, generando conflicto con los peatones, desaparecerá, y las paradas de autobuses volverán a su posición habitual.
Los negocios que rodean la plaza, también mantendrán el espacio de sus terrazas, y esperan que el resultado de las obras se traduzca en un entorno también más beneficioso para sus clientes.
MÁS ACCESIBLE
Otro elemento a destacar es que la zona se ha vuelto más accesible para personas con movilidad reducida. Las aceras, tal y como establece la ley, no tendrán una pendiente transversal superior al 2 por ciento, ya que en caso contrario puede dificultar el desplazamiento de personas en sillas de ruedas o con otros tipos de movilidad reducida, al ser complicado mantener el equilibrio y la dirección y ayuda a evitar que las personas se resbalen, especialmente en condiciones de lluvia o hielo.
El Ayuntamiento espera que el proyecto esté acabado ya en agosto, y que la plaza vuelva a convertirse en un punto de encuentro para los palmesanos, pero también de interés cultural y patrimonial para todos. La remodelación integral de la Plaza España ha supuesto un coste de 2,5 millones de euros e incluye la sustitución de 8.100 metros cuadrados de pavimento en total.