La ley de amnistía fue presentada por el PSOE como contraprestación por el apoyo de JuntsxCAT a la investidura de Pedro Sánchez, quien antes siempre se había mostrado absolutamente contrario a dicha medida, afirmando que no tenía cabida en nuestro ordenamiento legal. Su aprobación llega diez meses después de que comenzaran los trámites legislativos .
Durante la sesión, el diputado socialista encargado de defender la amnistía, Artemi Rallo, ha afirmado que “Europa, España y Cataluña han dicho sí a la amnistía. Europa la ha bendecido, Cataluña la ha agradecido y estas Cortes Generales la avalan hoy aquí por mayoría cualificada”. Y ha añadido que “Europa, ha dicho sí a la amnistía alto y claro, para garantizar la igualdad, la separación de poderes y la función judicial. Europa ha pregonado a los cuatro vientos que la amnistía apuntala la normalización institucional y política en Cataluña. Gracias a este Gobierno”, ha sentenciado.
Los portavoces de Junts, Miriam Nogueras, y de ERC, Gabriel Rufián, no han ocultado su satisfacción por la aprobación de una ley que el propio PSOE rechazó de plano hace menos de un año y han considerado una “victoria” su aprobación.
“Lo que está pasando aquí es el resultado de un independentismo unido, una causa que trasciende las luchas diarias, así somos de fuertes”, ha proclamado Rufián. Esta ley “no es perdón ni clemencia” sino “victoria”, ha añadido Nogueras. Ambos han vuelto a dejar claro que la amnistía no cierra el conflicto político y que seguirán luchando por la independencia y han cargado contra los “tribunales politizados” que deben aplicar ahora la ley. Rufián ha sido claro: "Proxima parada, el referéndum".
La ley de amnistía ha sido objeto de controversia, con críticas de la oposición de derechas y movilizaciones que han demostrado que la medida no goza del apoyo social que desde el Gobierno se afirma tener.