Son Gotleu, el barrio más multicultural de Palma, se encuentra en un estado de tensión extrema tras varias noches de peleas multitudinarias entre grupos raciales, con personas encapuchadas, armadas con palos, navajas, bates de béisbol y pistolas táser. Los vecinos se han amotinado contra varios grupos de argelinos, que han tomado la calle principal: Indalecio Prieto. Tras su llegada, los robos y la violencia son diarios, según han relatado algunos de los vecinos a Mallorcadiario.com, muchos de ellos enfrentados entre los que quieren movilizarse y los que llaman a la calma.
La convivencia que se había logrado entre las diferentes culturas es ahora imposible tras la llegada de varios argelinos al barrio hace aproximadamente tres meses. "Roban y pegan a diario, entran en nuestras casas, roban a los niños cuando salen del colegio, es insostenible, la gente se esconde atemorizada", declara a este digital una de las vecinas a la que entraron a robar mientras dormía junto a su nieta de cuatro años hace unos días. "Nos rociaron con spray y se llevaron todo: móviles, patinetes, los bolsos con todas nuestras tarjetas...", explica Rosa.
La mujer ha mostrado su hartazgo y ha contado que, a otra vecina de la zona, una mujer de 71 años, también le irrumpieron en su casa hasta en tres ocasiones. "Debemos unirnos todo el barrio contra los argelinos que delinquen, no puede ser que todos los días tengamos que vivir así, viendo cómo se pasean con televisores robados y si les recriminas algo te sacan un machete". "Yo no soy racista, pero que no vengan a esto", aclara.
Tras contar estos hechos, se ha dirigido al resto de vecinos para recriminarles que "se quejen diariamente" pero no quieran hablar ante la prensa, llamándoles "falsos". En este instante, se ha iniciado una pelea verbal entre ella y otra vecina, mientras otros aplaudían las declaraciones de Rosa. Eso sí, hay unanimidad: nadie quiere que se queden los recién llegados en el barrio.
El propietario de un establecimiento de la zona, Edgar, explica que las bandas de argelinos se han instalado en la calle principal, Indalecio Prieto, donde se han producido los altercados. Mientras, el resto se ha desplazado hacia la Plaça de Fra Joan Alcina, donde también se constata fragmentación entre los propios vecinos: "Debería venir el Ejército y pegarle un tiro a todos (los argelinos)", declaraba furiosamente y fuera de control una joven. Otros, intentan llamar a la calma y evitar el uso de la volencia: "Trato de explicarles que la Policía no tiene culpa, y que la violencia no es la solución, pero no sirve de nada, debemos manifestarnos pacíficamente".
Desde la muerte de Ginés Quiñonero, la asociación de vecinos del barrio ha quedado inoperativa. Aunque Edgar, actúa como tal de forma simbólica, ya que se puede ver la buena relación que mantiene con los vecinos, y según fuentes municipales, se estarían moviendo los hilos para crear una nueva asociación.
El dueño de este local también ha sido víctima del aumento de la violencia del barrio, cuando unos jóvenes le quebrantaron parte del inmobiliario. "Están hartos de que los niños no puedan ir por las calles, que se les robe al salir del colegio... pero lo ocurrido estos días no ha sido una pelea, sino que los vecinos se han organizado contra los argelinos". "El motivo no fue ni un atropello ni un robo". Sin embargo, admite el aumento de violencia y considera que la situación es insostenible y que hasta ahora se vivía en paz.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aparecido entre las quejas de los vecinos, a quien acusan de la ruptura de las relaciones con Argelia, lo que provoca que los que delinquen no puedan ser repatriados. "Se nos está señalando a nosotros mientras ellos llegan aquí a delinquir y salen impunes", responden varias jóvenes ante los señalamientos hacia la etnia gitana por las peleas de los últimos días.
Otros vecinos cuentan que "no es nada nuevo", ya que siempre ha habido problemas con las diferentes nacionalidades llegadas al barrio: "Ya pasó con los nigerianos y los marroquíes", relata un hombre, que además le pide a Dios que "le ayude" a poder mudarse del barrio.
Una mujer de 60 años, por su parte, lamenta que "lleva aquí todo la vida" y que el barrio "no tiene solución".
INVESTIGACIÓN ABIERTA
Desde que empezó la semana se han producido dos peleas multitudinarias, obligando a la Policía a tomar las calles, dejando varios heridos y detenidos. Los vecinos, atemorizados, evitan salir a las calles cuando empieza a oscurecer ante el miedo a una nueva reyerta.
El lunes, aproximadamente 50 personas, muchas encapuchadas, se enfrentaron armadas con palos y barras de hierro, dejando heridos a cuatro argelinos. Este martes, de nuevo, personas encapuchadas y armadas con incluso navajas y pistolas táser iniciaron otra riña que se ha saldado con dos detenidos, aunque se prevén más arrestos porque la investigación permanece abierta.
Mientras, la inseguridad y la tensión aumenta en Son Gotleu, con los vecinos enfrentados, tras haber declarado abiertamente la guerra a los argelinos.
Estos delincuentes no pueden ser devueltos a Argelia porque no los aceptan. En estos casos deberían enviarse a un tercer país africano, pagando por cada devolución. La sociedad tiene que defenderse de estas alimañas.