El incidente comenzó cuando un grupo de ultras del conjunto teutón Alemannia Aachen se encontraba en la conocida como calle del Jamón, en una actitud muy alterada y agresiva.
La tensión fue en aumento hasta que, presuntamente, provocaron daños en un establecimiento y agredieron a un vigilante. La Policía fue requerida dado que los implicados mantenían su actitud hostil. Los agentes tuvieron que utilizar material antidisturbios para dispersar a la muchedumbre.