El pasado martes 8 de mayo, dos inspectores del Departamento de Turismo del Consell de Mallorca acudieron a la recepción de la hospedería para realizar una inspección. El día antes hubo 170 personas alojadas en 90 habitaciones, la gran mayoría de ellas extranjeras, en diferentes modalidades: sólo alojamiento, alojamiento y desayuno y media pensión. Muchas de ellas hicieron su reserva a través de la propia web de la hospedería y otras muchas mediante otras páginas de reserva de alojamientos turísticos, como Booking, Altai, etc.
El jefe de gestión de la hospedería atendió a los funcionarios. Previamente a su visita, los inspectores habían comprobado que en Booking se comercializaba turísticamente el establecimiento. Incluso hicieron una reserva del 27 al 29 de mayo para dos personas con desayuno incluido, por un total de 180 euros.
También habían visto que la web www.lluc.net también se podía reservar, cosa que hicieron. Formalizaron una reserva para 9 personas, del 3 al 7 de junio, por 1.181,4 euros, distribuidos en dos apartamentos.
Los inspectores comprobaron la existencia de un alojamiento turístico con recepción, salón y comedor en planta baja, habitaciones en primera, segunda y tercera plantas del edificio principal, así como otras habitaciones en otro edificio anexo. También constataron la existencia de los apartamentos en la zona conocida como “es Porxet”. En total, 104 unidades de alojamiento: 5 individuales, 53 dobles, 33 triples, 10 cuádruples y 3 séxtuples. Lo que hace una suma de 268 plazas.
Pero tal y como avanzó mallorcadiario.com, los inspectores comprobaron que el establecimiento no se encuentra inscrito en el Registro de Establecimientos, Empresas y Actividades Turísticas, lo que supone una infracción a los artículos 19 y 28 de la Ley 8/2012, de 19 de julio, de Turismo de las Islas Baleares. Ambos artículos, citados expresamente por los inspectores en el acta levantada durante su visita, hacen mención a las obligaciones de las empresas turísticas (art. 19) y a la actividad clandestina, oferta ilegal, intrusismo y competencia desleal (art. 28).
Por el contrario, otras hospederías situadas en enclaves religiosos de Mallorca, como el Puig de Sant Salvador (Felanitx), la Ermita de la Victòria (Alcúdia) y el Santuari de Cura (Algaida), sí figuran dadas de alta ante la Administración turística en el grupo ‘Hospedería’. Se trata de los tres únicos establecimientos de este tipo que están legalmente autorizados en la isla.
Curiosamente, el restaurante de la hospedería, ubicado en Plaça dels Peregrins, nº 1 y denominado Restaurante Sa Fonda, sí figura en el citado Registro de Empresas, Actividades y Establecimientos Turísticos del Consell de Mallorca con el número de registro R/124 y denominación comercial ‘Sa Fonda de Lluc’. Este restaurante inició su actividad en agosto de 1966. El explotador es la Parroquia de Nuestra Señora de Lluc y de San Pedro de Escorca.
A pesar de que el conseller insular de Turismo, José marcial Rodríguez, confirmó este miércoles que se había incoado un expediente sancionador por distintos incumplimientos, eludió detallar las sanciones a las que podría enfrentarse el titular de la hospedería, el Bisbat de Mallorca. Sin embargo, sí informó de la existencia de una denuncia previa del año 2022 contra la hospedería de Lluc, aunque no se tramitó ningún procedimiento por parte de la administración insular, cuya presidenta era Catalina Cladera (PSIB). "El anterior equipo de gobierno no actuó con el compromiso que tenemos ahora", insistió Rodríguez.
A la vista de la Ley de Turismo, la hospedería pudiera haber cometido diversas faltas graves y muy graves, que podrían ser sancionadas con multa, suspensión temporal de hasta un máximo de 12 meses de la actividad de la empresa e incluso la clausura temporal o definitiva del establecimiento.
Por las infracciones graves, el Consell de Mallorca puede imponer multas de entre 4.001 y 40.000 euros. Por las muy graves, de 40.001 a 400.000 euros.