La hospedería de Lluc, gestionada por el Obispado de Mallorca, no está registrada como establecimiento turístico a pesar de ofrecer 120 habitaciones y apartamentos. Otras hospederías en centros religiosos de Mallorca, en cambio, sí están legalmente autorizadas. Tecnicos del Consell ya han visitado las instalaciones. De prosperar un eventual expediente sancionador, Lluc se enfrentaría a una cuantiosa sanción económica y al cierre del establecimiento.
Las plazas turísticas de la hospedería de Lluc, que gestiona el Obispado de Mallorca, no están dadas de alta en el Registro de Empresas, Actividades y Establecimientos Turísticos del Consell de Mallorca.
De hecho, las 120 estancias (81 habitaciones y 39 apartamentos con cocina) de las que, según su propia web www.lluc.net dispone la emblemática hospedería, no constan como legales, pese a que se comercializan desde hace décadas. Paralelamente, se da la circunstancia de que el establecimiento cobra a los huéspedes el Impuesto sobre Estancias Turísticas (IET o ecotasa).
Por el contrario, otras hospederías situadas en enclaves religiosos de Mallorca, como el Puig de Sant Salvador (Felanitx), la Ermita de la Victòria (Alcúdia) y el Santuari de Cura (Algaida), sí figuran dadas de alta ante la Administración turística en el grupo ‘Hospedería’. Se trata de los tres únicos establecimientos de este tipo que están legalmente autorizados en la isla.
Curiosamente, el restaurante de la hospedería, ubicado en Plaça dels Peregrins, nº 1 y denominado Restaurante Sa Fonda, sí figura en el citado Registro de Empresas, Actividades y Establecimientos Turísticos del Consell de Mallorca con el número de registro R/124 y denominación comercial ‘Sa Fonda de Lluc’. Este restaurante inició su actividad en agosto de 1966. El explotador es la Parroquia de Nuestra Señora de Lluc y de San Pedro de Escorca.
EXPEDIENTE SANCIONADOR
Este digital ha consultado al Consell de Mallorca sobre la existencia de algún expediente sancionador a la hospedería del Santuario de Lluc, pero desde la institución insular se informa que no se ofrecen datos sobre casos concretos, para no vulnerar los derechos de los afectados. De este modo, no se confirma ni se desmiente que exista ningún procedimiento.
Sin embargo, otras fuentes oficiosas confirman la existencia de un procedimiento sancionador contra los apartamentos Porxet de Lluc, ubicados en la hospedería pero en la zona exterior del edificio. Tales fuentes afirman que en caso de la incoación de un expediente sancionador contra el citado establecimiento turístico ilegal, a la sanción económica habría que añadir una orden de paralización de la actividad y cierre.
El santuario de Lluc es visitado anualmente por más de 450.000 visitantes. Cuenta con unos 45 empleados y un presupuesto anual de 2,5 millones de euros.
GESTIÓN DIRECTA
El Obispado de Mallorca gestiona directamente, desde septiembre de 2019, tras la marcha de los Misioneros de los Sagrados Corazones, la hospedería, una tienda de recuerdos, el restaurante Sa Fonda, además del horno-pastelería. Por el contrario, otro bar (Cafè Sa Plaça) y dos restaurantes (Ca s’Amitger y Font Coberta) están gestionados por concesión. También el Museo de Lluc y el aparcamiento de pago son gestionados por una empresa contratada por la Diócesis que preside monseñor Sebastià Taltavull.
La hospedería del Santuario de Lluc es un establecimiento que proporciona alojamiento a los visitantes que acuden al que se considera el corazón de la Iglesia de Mallorca. Dispone de diversos tipos de habitaciones y su funcionamiento es casi idéntico al de un hotel. De hecho, tanto en su web como en diversas plataformas de comercialización on line, se pueden reservar habitaciones. Los precios varían en función del tipo de habitación, desde una individual que ronda los 51 euros por noche, hasta una doble por 85 euros la noche.
Cabe recordar que la Diócesis de Mallorca gestiona directamente el Santuario y todas sus instalaciones. Además, el Obispado ha gastado más de medio millón de euros en indemnizar a extrabajadores de los que quería deshacerse, pues el actual equipo responsable, con el prior Marià Gastalver al frente, no confiaba en personas contratadas por los 'coritos'.
Fuentes del Obispado aseguran no tener conocimiento de ninguna denuncia, si bien admiten haber recibido la visita de "técnicos" del Consell de Mallorca. Además, explican que "la idiosincrasia del Santuario de Lluc es eminentemente pastoral", así como los servicios que se prestan allí, entre ellos, el alojamiento en los Porxets a los peregrinos. Cualquier intervención en materia de accesibilidad y adaptabilidad en los Porxets, que están protegidos, tiene que hacerse con el visto bueno del departamento de Patrimonio del Consell de Mallorca, recuerdan.