El suceso tuvo lugar en la mañana del pasado 8 de mayo en los controles habituales que realizan conjuntamente los funcionarios del Centro Penitenciario y la Guardia Civil para la prevención del tráfico de drogas en el interior de la prisión.
Los agentes contaban además con el apoyo de un perro del Servicio Cinológico de la Guardia Civil. En concreto, se trataba de un can llamado Dardo, un pastor belga especializado en la búsqueda de estupefacientes.
El perro ‘marcó’ a uno de los visitantes que esperaba para entrar a ver a un interno. Al ser requerido por los funcionarios, esta persona mostró lo que tenía escondido en su zona genital: un total de 6 paquetes cilíndricos que contenían 178 de gramos de hachís en total.
Por ello, miembros de Policía Judicial de la Guardia Civil procedieron a su detención, tras lo que trasladaron al hombre a la Comandancia de la Guardia Civil para la instrucción de diligencias.