Pedro Sánchez desprecia a los ciudadanos de Baleares y al Govern

La presidenta del Govern de les Illes Balears, Marga Prohens, desveló el pasado martes en el Parlament que desde que fue investida presidenta, el 6 de julio de 2023, no ha hablado ni una sola vez con el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez. Y no se trata de un problema de agenda, pues también reveló que no le ha respondido a la carta que le envió, exponiéndole la agenda balear, tan pronto como el líder del PSOE logró la confianza del Congreso de los Diputados para iniciar su tercer mandato.

El hecho de que una máxima autoridad autonómica no pueda dialogar con el máximo representante del Gobierno central representa una notoria anomalía democrática. Este silencio institucional socava la esencia misma del modelo autonómico, basado en la cooperación y el diálogo entre las diferentes administraciones. Y en el caso que nos ocupa, Sánchez manifiesta un soberano desprecio hacia el Govern que fue elegido por los ciudadanos en las urnas el pasado 28 de mayo, pronto hará un año.

La ausencia de comunicación entre líderes políticos de diferentes niveles de gobierno es inaceptable desde una perspectiva institucional. La falta de diálogo no solo refleja una carencia de respeto hacia los cargos públicos elegidos democráticamente, sino que también indica un flagrante incumplimiento de las responsabilidades que cada cargo conlleva. Esto mina la confianza de los ciudadanos en las instituciones y debilita la gobernanza efectiva.

En un sistema político descentralizado como el español, el diálogo entre el Gobierno central y las comunidades autónomas es esencial para abordar los desafíos comunes y garantizar el bienestar de todos los ciudadanos. La falta de comunicación obstaculiza la capacidad de abordar problemas regionales y nacionales de manera efectiva, lo que puede tener consecuencias negativas para el conjunto de la sociedad.

Es fundamental restablecer y fortalecer los canales de comunicación entre el Gobierno central y las administraciones autonómicas para preservar el espíritu de cooperación y el funcionamiento adecuado del Estado de las Autonomías. El respeto institucional y el diálogo son pilares fundamentales de cualquier sistema democrático, y su ausencia es inadmisible. Más aún cuando el Ejecutivo de Pedro Sánchez, así como su delegado en Baleares, Alfonso Rodríguez Badal, presumen falsamente de practicar el diálogo en toda circunstancia. Otra falsedad más.