Truyol ha denunciado en rueda de prensa que la nueva ordenanza cívica de Palma "impone soluciones policiales a problemas sociales". "Recorta derechos fundamentales, es una ofensiva contra los pobres, los criminaliza y ataca, no solucionando problemas como la falta de vivienda", ha sentenciado la ecosoberanista, añadiendo que se trata de "una forma de hacer política que bebe del espíritu de la expresión «la calle es mía» que pronunció el ministro franquista Fraga Iribarne".
La portavoz de Més per Palma se ha referido a las regulaciones que se están estudiando en cuanto a las caravanas, que suponen "un ataque a las personas que no pueden pagarse un alquiler", y también ha comparado la nueva normativa con la del exalcalde Isern: "Sancionar a quien no llega a fin de mes o es pobre es injusto y cobarde; si con la normativa de Mateu Isern las multas eran de entre 50 y 600 euros, ahora pasan de 300 a 600 euros".
Més considera que la ordenanza "no es nueva" y es además "ilegal", ya que, según ha recordado la formación, "hace 10 años la normativa de Isern fue derogada por una sentencia del TSJIB".
"El PP tiene miedo de la concentración de personas en la calle", ha declarado, preguntándose: "¿Multarán a los turistas que impiden el paso a los viandantes o a los grupos de jóvenes que hacen campaña a favor del catalán o contra la guerra de Palestina?".
Truyol ha concluido alegando que "la ordenanza no es cívica, ni democrática, porque atenta contra el derecho de juego de los niños a quienes se les multará por jugar a la pelota en la calle", haciendo referencia a que la nueva ordenanza prevé controlar "el uso inadecuado del espacio público para juegos".
Més per Palma ha anunciado la puesta en marcha de una campaña "para explicar el riesgo que comporta la normativa".