Desde que conocí Amadip – Esment (hoy en día con la marca Esment) no he dejado de estar pendiente de lo que hacen, porque me “enamoró” su visión, su vocación, sus valores. El nombre, Esment, ya es una declaración de intenciones en sí misma. En mallorquín (o en catalán) significa cuidado, dedicación, mimo, esmero, prestar atención… Y esto es lo que lleva haciendo esta organización desde su creación en 1962 con personas con necesidades especiales, protegiendo y defendiendo sus derechos para que tengan una vida digna.
Ha desarrollado infinidad de proyectos e iniciativas, y para contártelas necesitaría más de 20 artículos como este, por lo que te recomiendo que visites sus webs. Pero mencionaré (faré esment) Casa Esment, inaugurada en 2022, “un centro que visualiza y culmina los 60 años de la organización, un lugar en el que la innovación social, el aprendizaje, la sostenibilidad, la cultura mediterránea y la gastronomía conviven en un mismo espacio para favorecer la formación, ocupación y empleo de personas con necesidades de apoyo”
Como esta columna va de gastronomía me centraré en los proyectos que tienen la cocina y la alimentación como actividad principal, bajo la marca Esment Alimentación, para la formación e inserción sociolaboral de los miembros de Esment. Dicen que con las actividades gastronómicas, y otras actividades comerciales, ganaron miles de colaboradores, los clientes, que al demandar sus servicios y comprar sus productos contribuyen a la consecución de sus objetivos.
Soy cliente habitual del Café Es Pes de sa Palla, creado en 1996 en la plaza del mismo nombre. Desde hace años, y ahora todavía más al tenerlo muy cerca del trabajo, disfruto de sus desayunos, y de alguna comida, en las que el producto local es el gran protagonista, y el esmero en las elaboraciones hace que la propuesta culinaria sea excelente.
Lo mismo ocurre en el Café Palmanova, que nació en 2009 como centro de inserción sociolaboral. En este caso lo tengo cerca de casa y he estado comiendo allí unas cuantas veces. Es un espacio amplio, diáfano, luminoso, acogedor, con una gran terraza, patio interior, huerto de hierbas aromáticas... Lo tiene todo para disfrutar de su cocina de temporada.
Mención aparte merece el servicio. Con el acompañamiento de sus tutores, es una maravilla el empeño, el interés y la motivación del personal de los cafés, se les nota en la cara que están disfrutando, que se sienten importantes y útiles, y lo son, lo hacen muy bien. Me enamoró desde el primer día verlos trabajar.
Otros establecimientos, que no he visitado pero me propongo hacerlo durante este año, son el Bar de l’Escola en Palma, el Café Esment Inca, Casa Esment y Can Pa Gomila, en la calle Joan Miró de Palma, su última apertura. En Can Pa elaboran gran variedad de panes, con masa madre natural, harinas molidas a la piedra y harinas ecológicas, así como repostería dulce y salada, postres, chocolates, helados, sorbetes…
Casa Esment, además de funcionar como restaurante donde ofrecen cocina de proximidad con productos de temporada, cuenta con un Taller Agroalimentario, donde preparan productos artesanales con materia prima de su huerto ecológico, un Taller Gastronómico, para elaborar los platos que sirven en sus cafés o restaurantes, y la posibilidad de visitar los viñedos y la bodega, y catar sus vinos “Gallinas y Focas” y “Sa Cussa Antònia”, fruto de un acuerdo con 4Kilos Vinícola.
Por cierto, no puedo terminar este artículo sin contar como pusieron el nombre “Gallinas y Focas” al vino. Hicieron una tormenta de ideas entre miembros de Esment y cuando les preguntaron lo que les motivó para ponerle este nombre respondieron “Las gallinas son divertidas y las focas aplauden” Genial!