El Obispado de Mallorca ha pagado indemnizaciones superiores a medio millón de euros a unos diez extrabajadores del Santuario de Lluc. Estos empleados fueron contratados por la Congregación de los Misioneros de los Sagrados Corazones (Coritos), quienes abandonaron el monasterio en septiembre de 2019. Tras su salida, el Obispado asumió la gestión del santuario. Se han llevado a cabo negociaciones y acuerdos para indemnizar a los trabajadores y garantizar su silencio. La indemnización más alta fue de 100.000 euros.
El Obispado de Mallorca ha abonado cuantiosas indemnizaciones superiores al medio millón de euros a unos diez extrabajadores del Santuario de Lluc. Todos ellos estaban empleados en diversos servicios del monasterio, algunos con bastante antigüedad, y habían sido contratados por la Congregación de los Misioneros de los Sagrados Corazones (Coritos).
Dicha congregación abandonó el monasterio de Lluc ante la imposibilidad de seguir gestionándolo dada la avanzada edad de los frailes y la falta de vocaciones para incorporar a sacerdotes más jóvenes.
La salida de los Coritos no estuvo exenta de polémica, pues tras ellos tomó las riendas del santuario el Obispado de la Diócesis de Mallorca.
El 8 de septiembre de 2019 se formalizó el relevo de los Coritos, tras 128 años al frente del Santuario de Lluc. Desde entonces, el equipo diocesano encargado de la gestión del importante enclave religioso de la Part Forana está formado por el prior y rector de la parroquia de Lluc, Marià Gastalver, el vicario permanente Antoni Moreno y el vicario Antoni Burguera.
MOBBING
En el mes de noviembre de 2023, el prior Gastalver y el diácono Moreno declararon en un juzgado de Inca tras la denuncia de acoso laboral presentada por una extrabajadora que llevaba 15 años empleada en el santuario.
La denuncia fue archivada tras el acuerdo alcanzado entre las partes para que la mujer fuese indemnizada.
PURGA
Según ha podido saber mallorcadiario.com, el Obispado de Mallorca ha llevado a cabo negociaciones con unos diez extrabajadores del santuario, que han sido indemnizados con distintas cantidades, de forma que el personal que fue contratado en su día por los Coritos, ya es historia y ha sido relevado por personal escogido desde la Diócesis.
La indemnización más cuantiosa desembolsada por el Obispado para despedir a un empleado y garantizarse el silencio de la plantilla purgada ha sido de 100.000 euros.
Fuentes consultadas por mallorcadiario.com han estimado la cuantía total desembolsada por la Diócesis que preside el obispo Sebastià Taltavull en indemnizaciones es de más de medio millón de euros.