El deplorable estado de las infraestructuras educativas en Baleares es un síntoma alarmante de la negligencia gubernamental que ha persistido durante demasiado tiempo. Durante los ocho años del Govern de Francina Armengol, la situación se deterioró gravemente, con un impacto especialmente perjudicial en Ibiza, quizás porque desde 2015 el PP gobierna en la máxima institución insular.
La falta de inversión y mantenimiento ha llevado a que muchos colegios e institutos de Baleares presenten un estado de mantenimiento y conservación indigno e inapropiado, donde incluso existe peligro para los propios alumnos y profesores. Este abandono prolongado es fiel reflejo de una manifiesta y clamorosa falta de compromiso con la educación y el bienestar de los estudiantes.
El estado de algunas instalaciones, absolutamente inaceptable, no solo afecta a la seguridad del alumnado y del personal docente, sino que también compromete la calidad de la educación. Aulas deterioradas, instalaciones obsoletas y problemas estructurales pueden obstaculizar el proceso de enseñanza-aprendizaje y socavar el desarrollo académico de los estudiantes.
Y aunque es cierto que la actual situación no es achacable a los actuales responsables políticos, sino a los anteriores gestores con Francina Armengol y el conseller Martí March a la cabeza, es el actual Govern quien tiene la responsabilidad primordial de garantizar condiciones adecuadas en las escuelas, para promover un entorno de aprendizaje seguro y propicio. La falta de acción y la indiferencia hacia este problema no son una opción y es preciso priorizar este asunto en la agenda política.
Es imperativo que las autoridades asuman la responsabilidad y tomen medidas inmediatas para abordar este problema. Se necesita una inversión cuantiosa en la rehabilitación y modernización de las infraestructuras educativas en toda la Comunidad Autónoma.
No podemos permitir que nuestros estudiantes continúen sufriendo las consecuencias de años de descuido y falta de inversión. Es hora de priorizar la educación y garantizar que todas las escuelas brinden un entorno seguro y adecuado para el aprendizaje.