Palma cuenta con una variedad de espacios expositivos que sirven como ventana a la historia de la ciudad, para dar a conocer la cultura local y acercar la internacional. Entre los más destacados, Casal Solleric, Can Balaguer y el Castell de Bellver se sitúan como elementos claves como atractivo turístico y disfrute de residentes. El departamento de Cultura del Ayuntamiento trabaja para reactivar y posicionar los programas de cada uno de los centros que gestiona, así como en su rehabilitación, dada su importancia como parte del patrimonio palmesano.
Casal Solleric, Can Balaguer y el Castell de Bellver aguardan a lo largo del año una diversidad artística a través de exposiciones permanentes, junto a otras temporales, que abarcan desde arte contemporáneo hasta otros más clásicos sobre la realidad cultural de la ciudad. Sin embargo, el Ayuntamiento regenta otros, también en colaboración con otras instituciones, que conforman una oferta cultural completa y diversa.
CASAL SOLLERIC: ARTE CONTEMPORÁNEO EN UN ESPACIO NEOCLÁSICO
En el Passeig del Born, el Casal Solleric, también conocido como Can Morell, acoge un amplio programa tanto de artistas internacionales como de la escena local. Este espacio está dedicado, sobre todo, a las artes visuales contemporáneas, con exposiciones temporales. Ubicado en un Palacio del siglo XVIII, fue adquirido por el Ayuntamiento en 1975, y diez años después fue inaugurado como centro de exposiciones. Recorrer el propio espacio forma parte de la experiencia; sus obras contemporáneas contrastan con la antigüedad del edificio, ya que es una muestra de la arquitectura señorial mallorquina. El edificio es de estilo rococó, en el tránsito al neoclasicismo y fue la casa del marqués de Solleric.
A través de artistas reconocidos internacionalmente, como la actual exposición vigente hasta junio 'Constantes Vitales' de Luis Gordillo, se espera posicionar a Palma como capital cultural, con una programación anual tanto del arte contemporáneo como también de artistas locales, como Tomeu Ventayol.
Interés internacional
La exposición de Luis Gordillo es la de más calado que el artista ha realizado en las islas hasta la fecha, ejemplo del afán de ganar en calidad y reconocimiento por parte del Casal. El referente del arte abstracto presenta sus trabajos principales del siglo XXI, dando especial importancia a sus implosiones dibujísticas, su obsesión por las caras y los collages fotopictóricos. En la planta noble se pueden ver sus obras a través de un recorrido dialéctico que mezcla lo pictórico con lo fotográfico, y que son la demostración de los modos de trabajar del artista español.
Sus pensamientos y configuraciones internas pueden comprobarse en el Casal, además de su claro interés por la fragmentación. Sus obras se pueden contemplar en los principales museos de arte contemporáneo de Norteamérica y Europa, y se trata de unas las figuras del arte abstracto más reconocidas. El objetivo es implicar a los visitantes, mostrando tanto su visión macroscópica de familias y otros temas de su carrera y a la vez una observación de sus exploraciones durante su trabajo.
En concreto, Gordillo destaca por su capacidad premonitora, yendo siempre más allá de su época, como ocurre con otro artistas muy vinculados a la isla, como es Joan Miró, que puede descubrirse en la Fundació Miró Mallorca.
Videoarte
Siguiendo con el arte contemporáneo, en el ajibe del Casal, otra de las salas para exposiciones, se encuentra actualmente y hasta finales de mayo toda una experiencia sensorial, multimedia, de la mano de uno de los artistas más importantes del videoarte: Tony Oursler. 'Perpetual Mutation' incluye imagen, vídeo, y sonido en la primera muestra de Oursler en 17 años. El espacio del aljibe es ideal para sumergir al visitante en las obsesiones del autor, donde parezca que habiten fantasmas y que consigue sin duda evocar emociones.
Su obra forma parte de las colecciones de museos como el MoMA de Nueva York, la Tate Gallery de Londres y el Centre Pompidou de París.
ES BALUARD
Palma cuenta también con Es Baluard, museo de arte moderno y contemporáneo, inaugurado en 2004, gestionado conjuntamente por el Govern, Consell de Mallorca y Ayuntamiento. De igual forma, es otra pieza fundamental del puzzle para conjugar la identidad local con la perspectiva internacional que tienen las islas. Presenta un fondo de más de 700 obras de las islas, pero también de referencia mundial.
Está dividido en
tres plantas que se relacionan con el exterior, con las murallas y grandes balcones interiores, definido por líneas simples y limpias con una arquitectura contemporánea, aunque la
antigua muralla está presente en todo momento. Además, cuenta con una terraza entre las murallas, que acaba en una balconada sobre la Bahía de Palma, donde se puede ver la Catedral y el Castillo de Bellver, otro de los lugares más culturales de la ciudad.
Hasta agosto, destaca 'La acción roja y la membrana' de Katja Meirowsky, una de los artistas modernos que después de la Segunda Guerra Mundial se estableció en las islas para producir su obra.
FUNDACIÓN PILAR I JOAN MIRÓ
Creada en 1981, la Fundación Miró difunde principalmente la obra del artista, además de otras promociones contemporáneas, organizando asimismo exposiciones temporales. Surge en 1981, a partir de la donación que hizo Miró, muy vinculado a Mallorca, junto a su mujer Pilar, y parte de su voluntad de promover el arte.
La obra abarca una colección de 6.000 obras de pintura, dibujo, escultura y collages ,además de bocetos, con un arco cronológico que abarca desde 1908 hasta 1981.
Está dividida en tres edificios: Son Boter, una casa mallorqina de finales del siglo XVIII que era el segundo estudio de Miró; el Taller Sert y el edificio Moneo, sede de la fundación.
El complejo está ubicado junto a Son Abrines, que fue la residencia privada de Miró desde 1956.
Cabe mencionar que, para modelar Palma como referente cultural, el Constistorio proyecta, en el edificio de Gesa, un nuevo centro vinculado al arte y la creación contemporánea.
EXPOSICIONES HISTÓRICAS
CAN BALAGUER, ESPACIO DE HISTORIA, ESPACIO DE VIDA
El centro cultural Can Balaguer, por otro lado, ubicado en la calle Unión, se plantea como centro dinámico de exposiciones y actividades temporales Tras una rehabilitación de seis años, permite viajar de la ebullición actual de las calles a la casa señorial tradicional de Palma y su evolución entre los siglos XVI y XX, en una muestra que reproduce las decoraciones de cada época. 'La casa posible' permite ver en primera persona muebles mallorquines y parte de la colección del que fue su último propietario: Josep Balaguer, junto a pinturas de los modernistas Antoni Gelabert y Anglada Camarasa.
El casal fue construido en la primera mitad del siglo XVIII en estilo barroco por el primer marqués de Reguer, Francesc Amer Montaner i Dameto. También puede visitarse 'La sala medieval', que apareció cuando, en 2016, al finalizar las obras, entre los muros de la esquina noreste se encontraron restos de pinturas murales del siglo XIV, de épocas anteriores del edificio.
El trabajo previo de M. José Massot Ramis de Ayreflor, que sirvió de base a la musealización de la planta noble de Can Balaguer, documentó la casa hasta el siglo XV, dejando constancia de la evolución de la propiedad. De esta manera se certifica que se hallaba constituida por tres casas mayores valoradas en más de 1.000 libras cada una, dos casas pequeñas y dos tiendas, una de ellas con algorfa justo en la esquina del Born.
Con la musealización de esta sala se quiere dar a conocer estos orígenes y los elementos más característicos de la arquitectura doméstica medieval, por lo que se han incluido piezas procedentes de otros inmuebles pertenecientes a colecciones particulares.
Otra exposición que puede visitarse hasta septiembre es 'Palma singular. Un segle de canvis', que muestra una veintena de proyectos arquitectónicos en el archivo municipal Can Bordils del primer tercio del siglo XX.
CASTELL DE BELLVER, MUSEO Y VISTAS PANORÁMICAS
Como su propio nombre indica, 'Bella Vista', el Castell de Bellver además de permitir contemplar las mejores vistas de la ciudad, custodia el Museo de la Historia de Palma. Es el único castillo circular del país, construido entre 1300 y 1311 por el rey Jaime II, como parte de las acciones defensivas de la Casa Real de Mallorca, siendo también un palacio-fortaleza para que pudiesen refugiarse los gobernantes. Su interior es elegante, tal y como una residencia real, con una arquitectura propia de la época mediaval, por lo que era usado tanto como como residencia como fortaleza
Está situado sobre un colina de 112 metros de altura, con cuatro grandes torres orientadas hacia los cuatro puntos cardinales, y la forma en la que está construido permitían eliminar los ángulos muertos para mejorar la defensa, mientras la muralla favorecía el rebote de los proyectiles.
El Museo de la Historia de la Ciudad, en la planta baja del castillo, supone un recorrido por ocho salas sobre la evolución urbana de Palma, desde la edad de bronce a la actualidad, creado en 1974 tras un acuerdo entre el Ayuntamiento y el Ministerio de Cultura. Cada sala contiene las piezas imprescindibles para entender una época de la historia de la ciudad, paneles explicativos y el nombre que la ciudad adopta en cada una de las épocas históricas.
Salas
La sala 'Prehistoria', contiene maquetas de las primeras construcciones de Palma: la naveta, el talaiot, y otros yacimientos. Del 123 aC al 902 se puede ver el nacimiento de la ciudad, con su incorporación al imperio Romano, hasta la conquista musulmana.
La ciudad romana de Palma se encontraba situada en el actual barrio de la catedral limitando con el mar, el antiguo cauce del torrente de "Sa Riera", las actuales calles Miramar y Morey, y las plazas de Cort y Santa Eulalia. Toda la ciudad estaba rodeada por una muralla.
En la sala 4, que abarca del 902 al 1229, se explican los límites de la ciudad, el sistema hidráulico que permitía el aprovechamiento y la recepción del agua y los mercados y necrópolis. Cabe destacar la maqueta de Medina Mayurqa.
Pasando a la 5, se abarca el período de La Ciutat de Mallorques desde su conquista cristiana en 1229 hasta 1576, cuando se completa el proyecto de la muralla renacentista. Tras la conquista por parte del Rey Jaume I, la ciudad conservó su trazado urbano original durante la Edad Media. Se destacan las construcciones religiosas, civiles y militares como la Catedral, iglesias, el palacio de la Almudaina y el propio Castell de Bellver La Sala 6 aborda el período de Palma desde 1575 hasta 1902, marcado por la construcción y derribo de las murallas de la ciudad. Se menciona a Giaccomo Paleazzo, quien dirigió la edificación de las nuevas murallas en 1580. Durante este tiempo, se realizaron importantes cambios en la estructura urbana, como la modificación del cauce del torrente de "Sa Riera", lo que permitió la creación de nuevos espacios públicos. En cuanto a la arquitectura, se destacan los grandes patios interiores con columnas y arcos rebajados.
La Sala 7, que aborda el período de Palma desde 1902 hasta 1960, donde se inicia el siglo XX con la aprobación del Plan de Ensanche, que buscaba ampliar el espacio urbano y conectar la ciudad antigua con los barrios periféricos. El ingeniero Bernat Calvet redactó el plan que implicaba la eliminación de la muralla y la creación de un ensanche en forma de corona circular. Entre los objetos artísticos destacados se encuentra la alegoría a la república, un cuadro pintado por Pere Barceló en 1932, que adornaba el salón de plenos del Ayuntamiento de Palma.
Por otro lado, en el primer piso, se ubica la colección Despuig, de escultura clásica.
Antoni Despuig fue hijo de los condes de Montenegro, personaje de la ilustración mallorquina y que
reunió, desde Roma, una colección de piezas incluso de una excavación que él mismo realizó en Ariccia. La colección fue adquirida por el Ayuntamiento en 1923 ante el riesgo de que se dispersara debido a la venta de sus piezas por las dificultades económicas de los herederos del cardenal.
También destaca la Sala Jovellanos, dedicada al político asturiano , que ocupó varios cargos en la Ilustración y que,debido a su pensamiento contra la Inquisición, fue desterrado a Malloca. Estuvo encerrado en el Castell de Bellver casi seis años (1802-1808).
MUSEO DE LA CATEDRAL
Como templo cristiano, el museo pretende dar a conocer las obras más destacadas de ámbito cultural e histórico, con un discurso teológico. La exposición consta de piezas de liturgia cristiana en tres salas. En la antigua sala 'Sacristía dels Vermells' se puede ver la historia de la Seu, desde su fundación real, pasando por su dedicación a la Virgen María o su función litúrgica a través de las piezas de uso eucarístico.
En la sala gótica se explica la encarnación de Jesucristo a través de los santos en varias pinturas. Por último, en la sala barroca, se expone la celebración de la Fe a través de la veneración de las requilias,
Entre las piezas, destaca la corona de la Mare de Déu Morta, las crismeras de la Misa Crismal o el Libro de la Cadena.
La museografía de estas salas se ha concebido siguiendo el diseño del Museo de Arte Sacro de Mallorca.
Otras obras que pueden contemplorarse en el Museo capitular son los candelabros de siete brazos, obra en plata de Joan Matons de principios del siglo XVIII, o la custodia mayor de 1585. Asimismo, en el claustro, edificado el año 1707, en el antiguo huerto, pueden verse, en los muros de los corredores, elementos muy diversos de antiguas obras que pertenecían a la Catedral.
El acceso al recinto se realiza a través de la casa de l’Almoina, junto a la torre del campanario. La fachada data de 1529 y la obra fue diseñada por un seguidor del arquitecto Guillem Sagrera.
Otros lugares donde la cultura es protagonista en la ciudad son el Palacio Real de La Almudaina, que data del siglo XIV, es la Residencia Oficial de SS.MM Los Reyes durante sus estancias en Mallorca. Su mobiliario narra el pasado de Mallorca, y tiene varias exposiciones, de pintura, cultura y artes gáfricas. Además de la Biblioteca Real, las colecciones están formadas por objetos de época, carruajes y barcas; una colección de tapices de 3.000 piezas, y parte de la obra de Velázquez, Caravaggio, Dalí, Van der Weyden, El Bosco, Durero, Tiziano, Tintoretto, Veronés, Cambiaso, Zuccaro o Tibaldi, Cellini o Bernini.
La Llotja, edificio protagonista de la fachada marítima de Palma, que fue sede del Colegio de la Mercadería, actual sede del Govern, cuenta con numerosas esculturas como el Ángel Defensor, y en su interior se realizan exposiciones temporales.
Como ejemplo, hasta el 31 de agosto acogerá un conjunto de obras del británico Julian Opie, que además se repartirán en otras zonas de la ciudad, formando una exposición multiespacio, con 18 esculturas, instalaciones y películas LCD repartidas, además de La Llotja, el Passeig Sagrera, el Passeig des Born y el Casal Solleric.
NIT DE L'ART
El evento artístico más importante de Palma es la Nit de l'Art, en el que cientos de artista, galerías y museos salen a las calles hasta medianoche.
La ciudad entra en “estado de arte” donde creadores del máximo nivel y artistas emergentes participan en un evento de gran relevancia internacional.