Alerta roja: Desaparece la vivienda local

La creciente preocupación por los ciudadanos debido al exceso de vivienda turística es una realidad en nuestra ciudad.

Es bien sabido que el turismo es una parte importantísima de nuestra economía y sociedad, pero hemos llegado a un punto de desequilibrio entre vivienda turística y vivienda local, en el que tan solo se vislumbran consecuencias negativas, sobretodo, en la calidad de vida de los residentes locales; subidas desorbitadas en los precios de alquiler, venta de viviendas locales y costo de vida, una desproporción inhumana de gente por las calles y una deslocalización total de la comunidad junto a la pérdida de sus tradiciones y costumbres.

Los residentes luchamos por conseguir viviendas asequibles y la demanda de turismo está elevando los alquileres y los precios de las propiedades. Nos vemos forzados a combatir con las consecuencias negativas de un turismo masivo y, a veces, los beneficios económicos no se traducen en mejoras significativas en la calidad de vida de quienes viven aquí todo el año.

Es de vital importancia que se tomen medidas para abordar la situación. No es cuestión de acabar con el turismo, sino de encontrar un punto de equilibrio que garantice la posibilidad de una vivienda digna y el mirar por el bienestar de los residentes locales.

Implementar regulaciones más estrictas sobre la vivienda turística, promover la construcción de más viviendas asequibles y fomentar políticas que protejan las comunidades locales.

Creo que hablo por todos los ciudadanos cuando ruego la toma de acción inmediata por parte de las autoridades para abordar este problema. Nuestra comunidad merece un futuro donde el turismo y la vida local coexistan armoniosamente y beneficien a todos los involucrados. Nuestra ciudad y su identidad están en juego.