Gracias a su condición de pasados campeones, Sergio García, Phil Mickelson, Bubba Watson, Patrick Reed, Charl Schwartzel y Dustin Johnson. Otros, por sus victorias recientes en majors, el caso de Cameron Smith, Brooks Koepka y Bryson DeChambeau. Por ranking mundial Tyrrell Hatton y Adrian Meronk, y el chileno Joaquín Niemann, por invitación de Augusta National después de sus dos triunfos en LIV.
Para nosotros Niemann es junto a Rahm el jugador del LIV con más posibilidades de conseguir la anhelada chaqueta verde.
El martes se celebra la cena de Campeones este año con sabor español y vasco con las elecciones de Rahm y el admirado José de Andrés (este hombre sí que no blanquea a nadie, a su increíble saber hacer en los fogones une un corazón inmenso y una coherencia infinita).
EL MENÚ
Se abrirá con una serie de tapas: jamón, gildas, chistorra, idiázabal con trufa negra, tortilla de patatas, croquetas de pollo y lentejas estofadas (un plato de su abuela). Luego una ensalada de txangurro y como platos fuertes, rodaballo al pil pil y chuletón a la parrilla. De postre, milhojas de crema y nata. Todo ello regado por vinos de su tierra: Txakoli e Imperial, de la colección del Athletic del 94. Algún gesto al reciente título copero de los "leones" no sería de extrañar.
El miércoles se jugarán los pares 3, un espectáculo en sí mismos. Imperdibles. El jueves llegará la hora de la verdad.
Este fin de semana hemos visitado Golf Son Parc Menorca dónde se ha disputado una prueba del Circuito SC Ambassador by Ping. Compartimos mesa con cuatro históricos del golf menorquín. A vueltas con el enfrentamiento LIV vs PGA Tour no hubo consenso.
Ellos piensan que los "jugadores buenos" están en el LIV, opinión que no comparto en absoluto. Un palmarés de aúpa no me dice nada del presente. Estoy totalmente de acuerdo con el maestro Alvaro Beamonte, el golf cinco estrellas se juega en el PGA Tour.
Ayer pude seguir la última ronda del Valero Texas en el que Bathia venció en un emocionante final a Denny McCarthy que le empató con seis birdies seguidos (8 en sus últimos 9 hoyos) y también los últimos hoyos del LIV Miami en el que Sergio García se vió abocado al play off con Burmester (que al final venció en el segundo hoyo de desempate) tras anotar un bogey en el 18 por un malísimo putt de apenas 1,5 metros para salvar el par que le hubiese dado la victoria y acabando con su sequía de victorias.
Para mi no hay color. El nivel de golf, la emoción y el ambiente, la expectación están en el PGA Tour. Esta semana con un increíble final entre Bathia y Denny McCarthy en el primer hoyo de desempate. McCarthy había enjuagado su desventaja con 8 birdies en los últimos 9 hoyos, 6 de ellos consecutivos, un récord del torneo de 28 impactos en los últimos 9 y otro récord al haber anotado 92 putts en 72 hoyos en el TPC San Antonio. Tras esa machada en el golpe a green en el desempate, apenas 90 metros, pegó una bola pesada y se fue al riachuelo entregando el torneo a Bathia que acabó con birdie.
La pasada semana fue Jaeger el que se llevó el gato al agua ante un puñado de jugadores en apenas 2 golpes en los hoyos finales y evitando el play off por deméritos del contrario. El número 1 del mundo marró un putt corto que hubiese significado play off.
La semana anterior fue la emocionantísima victoria de Malnati tras años de sequía. Lo dicho, no creo que los buenos estén en el LIV. Hay una pléyade grandes jugadores en el PGA con ganas de comerse el mundo que nada tienen que envidiar a los buenos por su palmarés.
En lo que sí estoy de acuerdo es que la presencia de un Monahan que no ha sido transparente con sus jugadores y un vengativo Norman no ayudan en la unión del golf mundial, algo que por otra parte no me hace perder el sueño. Seguiré viendo el PGA y estaré al tanto de lo que ocurre en el LIV.
Y en lo no deportivo sigo pensando que blanquear al régimen saudí ya sea en fútbol, en tenis, en pádel, en golf o como nación (léase Pedro Sánchez esta pasada semana o el Rey emérito) no es para estar orgullosos. Y en ese mismo aspecto puedo entender que los humanos sucumbamos al dinero pero en estos casos lo procedente, en mi humilde opinión, es decirlo. He tomado esta decisión por dinero, te llames Jon Rahm o Rafa Nadal y esto no empaña - desde el punto de vista deportivo - lo que han hecho hasta la fecha pero sí representan para mí una decepción y un punto de inflexión en mi nivel de admiración.
Por eso valoro la actitud de jugadores como Kroos que ha afirmado que no jugará nunca allí, ya que "la falta de derechos humanos me impediría ir". Y lo ha cumplido. Lo mismo de aquellos golfistas que actúan con análoga coherencia.
Recuerdo la frase de Ernest Shackleton para uno de sus viajes a la Antártida: "Se buscan hombres para un viaje peligroso. Paga reducida. Frío intenso. Largos meses en la más completa oscuridad. Peligro constante. Es dudoso que puedan regresar a salvo. En caso de éxito, recibirán honores y reconocimiento".
La marcha al LIV es humanamente comprensible, pero no admirable.
Y para acabar con este apartado coincido con Miqui Quetglas en la calidad del golf femenino, tan espectacular como el mejor golf masculino, en el que Nelly Korda ha colocado otro récord este mismo fin de semana, cuarta victoria consecutiva.
En cuanto a mi sexteto de favoritos para la victoria, Scheffler, Rahm, Niemman, Justin Thomas (en algún momento tiene que resurgir), Schauffele y Clark. Y si tengo que mojarme más apuesto por Scheffler.