Los fogones de la cocina del chef Andreu Genestra se vuelven a encender el próximo jueves 4 de abril en el Hotel Zoetry Mallorca en Llucmajor. Inicia así su temporada número 12 y lo hace con una renovada estrella Michelín, una estrella verde y 2 soles de la Guía Repsol. Genestra y su equipo trabajan durante los meses de invierno en su nueva cocina I+D donde investigan y prueban para dar, cada temporada, un paso más en su apuesta gastronómica.
Una de las piezas indispensables de la cocina de Genestra es su huerto. Más de 2.000 m2 de terreno junto a su cocina, en la finca de sa Torre de Llucmajor, donde cultivan los vegetales con los que cocinan. “Este es el verdadero lujo. Ir del huerto a la mesa. Es el km 0 más auténtico” dice el chef. Una tierra fértil en la que tanto la agricultura como la ganadería, y en especial los huertos y viñedos de la zona, han marcado su forma de entender la gastronomía.
El restaurante de Andreu Genestra es embajador en España del mejor champagne del mundo. La exclusiva marca Krug le ha elegido porque cumple con la filosofía de autenticidad que exige la marca alemana. En el restaurante del chef mallorquín encontramos la sala Krug. Se trata de un espacio único y reservado donde los clientes podrán degustar la cocina de Genestra maridados con sorbos del mejor espumoso del planeta.
Un restaurante con estrella en un lugar único
El restaurante de Andreu Genestra se encuentra en el hotel Zoetry Mallorca, en la finca de sa Torre de Llucmajor. Un establecimiento de 5 estrellas cuyos pilares son la herencia, la naturaleza, la gastronomía y el bienestar. Abanderado del concepto del arte del buen vivir, Genestra ha llevado hasta aquí una nueva sensibilidad en la gastronomía que rompe con la rutina de otras cocinas.
La possessió de Sa Torre en Llucmajor es un tesoro histórico que ha sido testigo de los vaivenes del tiempo a lo largo de los siglos. Su origen se remonta al periodo musulmán de la isla (902 a 1229), cuando aparece documentada como “Alquería Al-Borge”. Posteriormente y, a lo largo de los siglos, esta tierra ha sido testigo de innumerables acontecimientos históricos, que coincidieron en el tiempo con el paso por ella de distintas y nobles familias. Cada una de ellas dejó su huella en Sa Torre, realizando modificaciones y mejoras en la estructura original según sus gustos y necesidades.
Durante la Edad Media, la possessió experimentó un período de esplendor, con la construcción de nuevas edificaciones y la expansión de sus tierras agrícolas y ganaderas. En el siglo XVIII sufrió una importante renovación, que le otorgó su aspecto actual, con influencias neoclásicas y elementos de arquitectura barroca. Sin embargo, fue en el siglo XIX cuando sa Torre vivió uno de sus momentos más significativos, cuando la possessió fue transformada en una elegante residencia de campo, rodeada de exuberantes jardines y una refinada y muy cuidada decoración. Durante esta época, sa Torre se convirtió en punto de encuentro para la alta sociedad mallorquina, celebrándose en ella suntuosas fiestas y eventos sociales.