Nacido en 1979, Tommy viajó por primera vez con el RCD Mallorca cuando todavía no había cumplido ni un año. Fue en mayo de 1980, cuando se desplazó con su madre Marilén y su abuelo Tomàs Jaume, por entonces delegado del club, a la vecina Ibiza para ver ganar a su 'Mallorqueta' al Portmany (1-2), en un choque correspondiente a la Tercera División balear que se disputó sobre tierra.
Por entonces, nadie podía imaginar que la entidad que presidía Miquel Contestí ascendería tres años después a Primera División tras más de una década de ausencia en la que rozó la desaparición y en la que fue protagonista en todos los medios a nivel nacional tras el encierro en el vestuario por la falta de cobros. "Aquel, el del Bernabéu ante el Castilla, fue mi primer ascenso a Primera", recuerda nuestro compañero antes de matizar que "yo era muy pequeño y no me acuerdo de nada".
LA PRIMERA FINAL
Ocho años más tarde, en 1991, el posterior autor del libro 'Memorias del Sitjar' regresaría al coliseo madridista para presenciar su primera final de la Copa del Rey. "Aquella temporada, los cuartos y las semifinales se disputaron tras acabar LaLiga. Tras eliminar contra todo pronóstico a Valencia y Sporting de Gijón, nos plantamos en la final, donde esperaba el Atlético de Madrid de Jesús Gil, Antonio Orejuela, Bernd Schuster y Paulo Futre. Al disputarse tan solo seis días después de la vuelta ante los asturianos, apenas 3.000 aficionados viajamos a Madrid", apunta.
"Recuerdo que, tras el partido ante el Sporting, mi abuelo me metió en la zona de vestuarios. Allí estaba un eufórico Miquel Contestí que aseguraba que "no hi anirem a jugar a Madrid". Pero fuimos, vaya si fuimos. Seguramente, el por entonces presidente ya se temía una encerrona, como así ocurrió", agrega.
Tommy, que tenía 11 años, asegura que "en 1991, el fútbol era un deporte muy distinto al de ahora. El ambiente era mucho más familiar, lejos de la burguesía actual. En las horas previas del choque, me viene a la memoria el almuerzo, que plantilla, directivos y familiares compartimos en el Hotel Sanvy. Evidentemente, en mesas separadas".
![Tommy. con 11 años, en la final del 91 ante el Atlético de Madrid en el Bernabéu](https://www.mallorcadiario.com/fotos/editor/607052/1711726955_tommy-final-copa-bernabeu-91.jpg)
"Aunque para recuerdo, aquel interminable grito de "¡Atletiiiiii!" que nos acompañó durante el trayecto a un estadio teñido de rojiblanco. Y no exagero cuando os garantizo que esta seña de identidad colchonera se convirtió en una de mis pesadillas más recurrentes. Un servidor tenía tan solo 11 años, pero aquel ambiente es el más hostil que he soportado. Incluso superior al sufrido en Sarrià frente al Espanyol en la promoción de 1989 o al del Apostolos Nikolaidis de Atenas ante el Panathinaikos en la Champions de 2001", afirma.
"Contestí, que escribió el prólogo de mi libro y con el que mantengo una gran amistad, siempre me dice que si no hubiéramos jugado en Madrid, la Copa habría venido a Mallorca. La verdad es que, a pesar del arbitraje de Ramos Marcos, tuvimos nuestras ocasiones, como aquel testarazo de Claudio. Fue una pena no llegar a los penaltis, donde Zaki era una garantía de éxito".
LA SEGUNDA FINAL
En 1998, nuestro compañero vivió su segunda final de la competición nacional del 'ko'. Fue en Mestalla ante el FC Barcelona. "Creo que, para muchos de nosotros, aquel fue, pese a perder, el partido de nuestras vidas. Ese día, perdimos una Copa, pero ganamos a miles de mallorquinistas y el respeto de todo el fútbol español", subraya.
"Todavía guardo el chubasquero que nos regaló el Consell", señala antes de añadir que "la noche no pudo empezar mejor, con aquella jugada de funambulista sobre la línea de cal de Amato que culminó Stankovic. Un gol, el primero de nuestra historia en una final, que parte de nuestra hinchada se perdió debido al retraso del barco que les desplazó hasta Valencia".
Tras la diana del serbio, Tommy relata que "Roa estuvo inmenso. Es el mejor portero que hemos tenido nunca", para luego lamentar que "el colegiado, un joven Daudén Ibáñez, quiso erigirse como el gran protagonista. No satisfecho tras acribillar con faltas durante todo el partido a los de Cúper, decidió cargarse la final con las expulsiones de Mena y Romero. Por cierto, hasta aquella aciaga noche, el lateral no había visto ni una sola tarjeta en toda la temporada".
"La prórroga fue épica, con nueve jugadores y con un Stankovic visiblemente lesionado. Además, había 'gol de oro'. Es decir, el que marcaba se llevaba la Copa. Y a punto estuvo de hacerlo Amato con un testarazo que se marchó ligeramente desviado. Eso sí, ellos estrellaron dos balones al poste", explica.
![Tommy y su madre Marilén, abatidos tras perder en los penaltis la final del 98 en Mestalla frente al Barça](https://www.mallorcadiario.com/fotos/editor/607052/1711726993_tommy-final-mestalla-98.png)
"Los penaltis fueron muy crueles, sobre todo teniendo en cuenta que Jovan (Stankovic) tuvo el trofeo en sus botas, pero su tiro se marchó fuera en una acción que hasta 2003 fue nuestra mayor pesadilla. Aquella noche, en la que mi madre y yo fuimos grabados sin saberlo por el programa 'Tiempo de Ocio' de Antena 3, lloramos todos mucho, incluyendo al gran Bartomeu Beltrán. No había consuelo, ni siquiera con el detalle que tuvieron los valencianos al salir a sus balcones para aplaudirnos en nuestra salida".
LA TERCERA FINAL
Hace 21 años, en 2003, Tommy presenció su tercera final de la Copa del Rey. El rival era el Recreativo de Huelva y el escenario, el Martínez Valero de Elche. Como en las dos anteriores, lo hizo junto a su madre Marilén y a su abuelo Tomàs Jaume. "Cuando vimos a Eto'o bajar con el puño cerrado del autobús, supimos que íbamos a ganar. Además, fue muy emotivo, ya que, dos días antes, su compañero Marc Vivien Foé había perdido la vida en un partido de la Copa Confederaciones que medía a Camerún ante Colombia", recuerda.
"Tras tantas finales perdidas, incluyendo la de 1999 ante la Lazio en la Recopa, sabíamos que era nuestro momento", puntualiza. "La previa del partido estuvo marcada por aquella gran paella que el camerunés pagó de su bolsillo a los aficionados desplazados. Sin duda, una manera original de pedir perdón por la expulsión que el 'León indomable' sufrió en un encuentro disputado en Son Moix ante el FC Barcelona tras caer en las provocaciones de Thiago Motta".
![Tommy y su abuelo Tomàs Jaume en la final del 2003 en Elche ante el Recreativo](https://www.mallorcadiario.com/fotos/editor/607052/1711727037_tommy-final-elche-2003.JPG)
Sobre el partido, nuestro compañero explica que "fuimos muy superiores, si bien todo pudo cambiar si no llegan a anular ese gol al filo del descanso que hubiera significado el empate a uno. Poder vivir esos momentos con mi abuelo convirtieron aquel día en uno de los mejores de mi vida".
Tommy reconoce que "me alegró mucho por el por entonces presidente Mateu Alemany, a quien le tengo un aprecio especial. Sobre todo, después de que en el año 2000 distinguiera a mi abuelo con la máxima distinción del club: la insignia de oro y brillantes. Aquella noche en Son Moix, ante el Barça, también fue inolvidable".
"Tras acabar el encuentro ante el Recre me fui enseguida al aeropuerto, ya que esa noche tenía que pinchar. De hecho, me vino a recoger un amigo de toda la vida. Mientras, mi familia se quedó a celebrarlo con la directiva y los jugadores", zanja.
LA CUARTA FINAL
El próximo viernes, este 'barralet' de cuna pondrá rumbo a Sevilla para presenciar su cuarta final y cubrirla para mallorcadiario.com. Lo hará en uno de los barcos con destino a Valencia de Moviment Mallorquinista. Luego, completará el camino en autobús hasta la capital andaluza. "La verdad es que estoy muy emocionado. Poder vivir una final del equipo de mi vida como periodista es algo que siempre había soñado. Prometo hacer un buen reportaje" (risas).
"Esta nueva generación de aficionados se merece vivir un día así, sobre todo los que apoyaron al equipo durante esa temporada en Segunda B", asegura antes de añadir que "de momento, ya tenemos el premio de jugar la próxima Supercopa de España en Arabia, a la que asistiré sin dudarlo. Mi madre y yo estuvimos en el primer partido del club en Europa -1998 en Edimburgo ante el Heart of Middlothian-, así que no me puedo perder el debut fuera del continente".
Tommy recuerda que "levantar el trofeo nos garantiza poder volver a jugar competición europea, algo que llevamos 24 años sin hacer. Sería una pasada volver a viajar con el Mallorca por Europa, tal y como hice durante aquellos mágicos años en los que nos medimos a equipos como Ajax, Chelsea, Arsenal, Mónaco o Galatasaray".
"Soy moderadamente optimista. Históricamente, siempre hemos plantado cara en las finales. Es verdad que solo hemos ganado dos -Supercopa 98 y Copa del Rey 2003-, pero también es cierto que pudimos haber levantado las otras cuatro (en alusión a la Copa del Rey 91 y 98, Recopa 99 y Supercopa 03)".