Los técnicos del Ayuntamiento aseguraban que la tala debía producirse debido a problemas de
salud y mal estado de los árboles, con riesgo de caída, poniendo en peligro la vida de las personas. Sin embargo,
las movilizaciones de los vecinos consiguieron paralizar el derribo que iba a ser efectuado el pasado 30 de enero.
La Asociación Balear del Árbol presentó un recursó, y la jueza ordenó la suspensión inmediata, impidiendo la tala, en base al artículo 135 de la Ley de Jurisdicción Contencioso-Administrativa, que permite al juez adoptar medidas cautelares sin escuchar a la parte contraria, en este caso Cort, cuando se alegan circunstancias de especial urgencia.
Ante ello, Cort optó por vallar los ejemplares para evitar incidentes mientras tanto y se presentaron alegaciones a la decisión.
Ahora el tribunal avala este informe del área de Parques y Jardines donde se manfiestaba que estos ejemplares presentan partes podridas, uniones débiles y exceso de peso en las ramas, entre otros problemas. El auto recoge que "atendiendo al estado de los árboles hay peligro par ala vida y la integridad de las personas y animales y de producirse daños a los bienes tanto públicos como privados".
El Ayuntamiento ha informado que finalmente procederá a la tala de los cinco árboles,basándose "únicamente en cuestiones técnicas".