José Borrás, mucho más que el cocinero de Rocamar
viernes 15 de marzo de 2024, 05:00h
Hay días, y momentos, que se quedan en el recuerdo para siempre, y si tienen que ver con una gran persona a la que valoras y quieres muchísimo, todavía más, porque alimentan más si cabe la admiración, el respeto, la amistad.
Este día fue el martes de esta semana, la ocasión la feria HORECA Menorca, el momento el acto de homenaje y reconocimiento, y el personaje, José Borrás, cocinero del que fue durante muchos años un referente de la cocina y la restauración en Menorca, en el puerto de Mahón, el restaurante Rocamar.
Además del ambientazo, de la ocasión para reencontrarme con amigos y colegas del sector, de la oportunidad de conocer y probar nuevos productos, HORECA fue el escenario de un homenaje a Albert Adrià y del reconocimiento a Bep Al·lès, a mí mismo (incomoda un poco que lo diga yo) y, sobretodo, a la familia Borrás, que regentó el Rocamar durante casi 40 años.
En nombre de la familia acudió el que fuera el cocinero, José Borrás quien junto a su hermano Antonio en la sala y buena parte de la familia en otras ocupaciones, convirtieron al restaurante en un lugar de visita obligada para los buenos gourmets, los viajeros ocasionales, y no tan ocasionales, los veraneantes, y para los menorquines que, además de para comer bien, acudían al restaurante para las celebraciones especiales.
A pocas semanas de cumplir 94 años, José acudió a la cita y, con el apadrinamiento de Albert Adrià, y el impulso de José Luís Córcoles y Koldo Royo, recibió el merecidísimo homenaje y las muestras de cariño de un montón de amigos y colegas de profesión. El bueno de José tomó la palabra para agradecer, emocionado, el reconocimiento a él y a su familia. Y con la humildad que le caracteriza dijo que “Nunca me hubiera imaginado que sería el protagonista de un acto como éste, nunca olvidaré este día”
Cuando abrió Rocamar, en los años 50 del siglo pasado, los cocineros eran poco conocidos, siempre metidos entre fogones. La cara visible de un restaurante era el maitre, el jefe de sala, el que trataba directamente con el cliente. Pero los tiempos cambian y hoy los cocineros son los “protas”, en las redes sociales, en los programas de televisión y en el restaurante.
A nuestro protagonista esta movida le pilló alejado de la cocina del restaurante, pero la iniciativa de un grupo de estudiosos, profesionales y aficionados a la gastronomía le pusieron en el escenario. Más de 20 años después de jubilarse los fundadores de la asociación gastronómica y cultural Fra Roger, creyeron que era la persona ideal para presidir la entidad. En la reunión constituyente fue elegido por unanimidad y su primer comentario fue Ja m’ho ha dit sa meua dona, no hi vagis a aquesta reunió, que t’enredaran amb alguna cosa. Pues eso, presidente!
Cumplidos sobradamente los 80, durante 4 años representó a Fra Roger de forma brillante. Incansable, divertido, siempre dispuesto, se recorrió toda Menorca “evangelizando” sobre la buena cocina, la cocina histórica, las recetas tradicionales, transmitiendo su sabiduría culinaria a la gente, y a los jóvenes cocineros con los que tuvo ocasión de relacionarse. La tesorera de la asociación, Sión Bosch, y yo mismo, que ejercía las funciones de secretario y gerente, le íbamos a buscar a su casa para acudir a infinidad de actividades que organizamos en los primeros años de Fra Roger. Lo pasábamos fenomenal. Yo le decía Qui t’ho havia de dir, José, que amb més de 80 anys series president d’una cosa important i que tindries xòfer i tot!
Enhorabona amic, i es meu respecte i admiració sempre!