Así lo ha decretado el Ayuntamiento de Palma, tras una evaluación de los edificios colindantes por parte de los técnicos municipales, que han determinado que el derrumbe total de la construcción "podría afectar a los edificios vecinos", en los que estarían alojadas estas 29 personas, a las que el Consistorio ha afirmado que prestará "alojamiento y manutención el tiempo que sea necesario".
De esta manera, el informe técnico considera "apropiado prohibir el uso del edificio afectado y los edificios vecinos hasta la estabilización y demolición de las fachadas" hasta nueva orden. Asimismo, se insta a mantener esta medida cautelar de seguridad y certificar que se lleva a cabo cada 12 meses.
En el escrito se constata que se han hundido los forjados y las cubiertas del edificio de la calle Polvorín 7 y la base de las fachadas se han desplazado hacia el interior y la parte superior, lo que genera esta situación de "inestabilidad" que repercute en los edificios del número 5 y 9 de la misma calle; y del 94 de la calle Robert Graves.