Con más de 40 años de experiencia que avalan su trayectoria, el Grup Trui es la empresa más importante de Baleares en la creación, promoción y realización de cualquier tipo de evento. Desde sus inicios, en aquel club de jazz ubicado en el Passeig Mallorca de Palma, hasta la actualidad en Son Fusteret o en el Trui Teatre, su presencia ha sido clave en un sector cultural que no siempre ha estado tan en auge como ahora. Y es que hubo un tiempo, no tan lejano, en el que los espectáculos no proliferaban en nuestra isla como en la actualidad. Para conocer la evolución de la escena, el presente y sus planes de futuro, en mallorcadiario.com hemos mantenido una agradable charla con su gerente, Miki Jaume, en la sede ubicada en Marratxí.
Lo suyo, lo de producir todo tipo de eventos, es algo que le viene de familia...
Desde luego. Mis padres, Miquel Jaume y Francisca Coll, abrieron el 'Trui Club de Jazz' en 1978. Era un bar que estaba situado al final del Paseo Mallorca donde se juntaban todos los melómanos de la isla. Yo todavía no había ni nacido, pero, por lo que me han contado, fue algo que fue creciendo poco a poco.
Luego, a principios de los años ochenta, organizaron el Festival de Jazz, que trajo a Mallorca todos los grandes: Ray Charles, Tete Montoliu, Ella Fitzgerald, Dexter Gordon, Chet Baker...
Imagino que, entonces, su infancia y adolescencia estuvo marcada por el mundo del espectáculo...
Mis padres se metieron en este mundo por necesidad, ya que tenían cuatro hijos y tenían que tirar para adelante la familia. Nosotros crecimos con ello. Recuerdo que, en verano, yo ya ayudaba a montar y desmontar escenarios de verbenas, junto a todo el departamento técnico, cuando era tan solo un niño. Y te aseguro que acabamos siempre cuando salía el sol (risas). Sin duda, aquella fue una época de trabajar mucho, si bien también me ayudó a entender otros aspectos del 'show business'.
A lo largo de estos más de 40 años, el Grup Trui siempre ha apostado por el producto local...
Trui es una empresa familiar con un ADN mallorquín que siempre ha intentado poner en valor a nuestros artistas, desde Xesc Forteza hasta Tomeu Penya. Intentamos proteger la industria cultural local. La cultura local también puede protegerse desde las entidades privadas. Además, no hay que olvidar que de aquí han salido artistas tan potentes a nivel nacional como Sexy Sadie o Maika Makovski.
Supongo que la aparición de las redes sociales marcó un antes y un después...
Sin duda. Antes, un artista necesitaba a una discografía para darse a conocer. Ahora, gracias al poder de difusión de las redes, no le hace ni falta. En cuanto a la producción, también ha cambiado todo mucho. La manera de comunicarse con el público no tiene nada que ver con la de hace 15 años.
El cartel de cola está claro que va a desaparecer. Las redes te permiten conocer de inmediato la reacción de la gente, además de poder solventarles dudas. Eso sí, también estás más expuestos a la crítica.
Hace diez años, en 2014, Grup Trui se hizo con Son Fusteret... Si tuviera que elegir uno de los eventos realizados allí, ¿Con cuál se quedaría?
Sería muy complicado elegir solo uno. Allí hemos vivido muchos momentos de gran alegría y también de inmensa tristeza, cuando algún evento no ha salido bien o ha habido algún problema delicado. Pero si tuviera que elegir uno, me quedaría con el concierto de despedida de Joan Manuel Serrat. Se me ponen aún los pelos de punta al recordarlo. Fue una noche muy emotiva en la que él no pudo reprimir las lágrimas de emoción al sentirse tan querido por la gente mallorquina.
Otro de los más recordados es el concierto de Rosalía...
También fue una noche espectacular. Recuerdo que cuando llegó, ella estaba enferma y había tenido fiebre. Además, para añadir más tensión, el montaje no fue nada fácil. Afortunadamente, todo salió bien y la gente se marchó muy contenta a casa.
La concesión de Son Fusteret acaba este año...
Correcto. A nosotros, evidentemente, nos gustaría continuar. Creo que durante estos diez años hemos hecho un gran trabajo, ya que el recinto no tiene nadar que ver con lo que era antes. Ya veremos que pasa...
Por cierto, los artistas tienen fama de ser un poco caprichosos... ¿Qué es lo más extraño que le han pedido?
Desde tener el camerino totalmente a oscuras, con una vela colocada debajo de una cruz, hasta que un cantante con una gran solera me pidiera tan solo un poco de arroz hervido y dos latas de atún. La verdad es que van de un extremo a otro. También recuerdo algún artista latino, que nos pidió unos M&M's. Eso sí, sin los de color verde. De esta manera, comprueban si nos hemos leído o no el 'rider', el documento en el que se detallan sus necesidades. Nos ha pedido hasta videoconsolas (risas). Pero bueno, en la medida que sea posible, nosotros les facilitamos lo que nos piden, aunque hay veces, cuando por ejemplo te piden productos gastronómicos de fuera, que es complicado.
Hablando del presente, la actividad en el Trui Teatre no cesa...
Su funcionamiento es algo de lo que nos sentimos muy orgullosos. Entramos para llenar un espacio que había en el sector cultural y estamos muy contentos. Creo que está muy bien situado y, además, cuenta con un amplio parking. El aforo, que es de 1.300 personas, nos permite ser muy variados en el programa. Y si a todo esto le sumas que la relación con la Hermandad de La Salle es excelente, te diría que a mí, el Teatre me hace muy feliz.
Este verano presentan una nueva propuesta en Son Fusteret: la Palma Concert Series...
Nuestra intención es establecer esta propuesta dentro del calendario musical de Mallorca. Nace para cubrir un hueco, creo yo, de un gran programa a nivel internacional en un entorno cercano y entrañable. El aforo, que será reducido hasta los 4.000 asistentes, hará que sea una experiencia inolvidable. Además, vamos a dar un cambio al recinto impresionante que ayudará a crear una atmósfera muy especial.
De momento, han confirmado a Tom Jones, James Blunt y Simply Minds...
Y falta todavía un cuarto que está por anunciar. Lo que pretendemos es llegar a un público más maduro, que pueda viajar en el tiempo recordando momentos de su vida mientras disfruta de estos grandes artistas desde bien cerca, en un formato muy íntimo.
Tenemos muy buenas expectativas, ya que la respuesta de la gente ha sido muy positiva. Ahora, tenemos que estar a la altura para ir creciendo poco a poco. No descarto que, el año que viene, sean cinco o tres conciertos en lugar de cuatro. Tampoco que sea en otras fechas, ya que gracias al buen tiempo podemos alargar la temporada de verano, o en otro lugar. Eso sí, siempre manteniendo la filosofía de contar con artistas con una gran trayectoria.
Un evento totalmente consolidado, y considerados por muchos como el mejor festival de música electrónica de la isla, es el Origen Fest...
Sin duda, es buen ejemplo. La conexión (con la promotora Danzú) es muy buena y eso se nota en el resultado. El Origen Fest ha crecido mucho y nos llena de orgullo saber como la gente lo espera para marcarlo en sus agendas. Además, este año contará con un segundo escenario, que tendrá como protagonista a esta nueva versión de 'techno' ('hardtechno') que gusta tanto a la gente joven.
Supongo que precisamente eso de abrir las puertas a nuevos estilos es una de las claves...
Nosotros siempre procuramos tener el abanico abierto. Hay que programar para el público y no para uno mismo. En nuestro caso, el trabajo se suele hacer de año a año.
Vamos acabando... Da la sensación de que, ahora en Mallorca, se organizan unos eventos y viene unos artistas que antes eran impensables...
Es cierto que, en estos últimos años, el mundo de los eventos está proliferando de una manera espectacular en Mallorca. Tanto, que ya existe una burbuja. Ahora, creo que es el momento de ofrecer el mejor producto y dar el mejor servicio para atraer a la gente. Luego, veremos quienes son los que aguantan.
Por último, vamos a soñar... Imagine que le doy un cheque en blanco para contratar a quien quiera... y que, además, tengo los "contactos" para llevar a cabo el concierto donde quiera... ¿Quién y dónde sería?
Esta sí que es buena (risas). Si fuera para disfrutarlo como público, te diría Foo Fighters o AC/DC. Pero como producción, para hacerla y llorar, sería Coldplay. Y puestos a elegir, te diría en el Parc de la Mar, allí debajo de La Catedral (risas).