Baleares vive este jueves su última jornada de tiempo anticiclónico para dar paso, a partir del viernes, a los efectos de la borrasca Karlotta que, aunque afectará principalmente a Galicia y el Cantábrico, se dejará sentir en el archipiélago en forma de viento, lluvias débiles y un descenso de las temperaturas.
Ante este escenario, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Baleares activará entre el viernes y el sábado avisos amarillos por vientos de hasta 70 kilómetros por hora y la mala mar asociada, prácticamente en todo el archipiélago.
A partir del viernes, se esperan precipitaciones, en general débiles, desde primera hora de la mañana en Ibiza y Formentera, que se irán extendiendo al resto de islas. Las lluvias seguirán el sábado, aunque débiles, según ha explicado la portavoz de la Aemet, María José Guerrero.
Respecto a las temperaturas, se espera un ligero descenso y pasar de máximas de unos 18-21 grados a registros máximos de 16-17 grados. Al mismo tiempo, habrá un ascenso de las mínimas, que no bajarán de los 10-14ºC dejando así una mínima oscilación térmica.
La situación comenzará a mejorar el domingo, con cielos pocos nubosos, aunque con viento asociado a los últimos efectos de Karlotta. A partir de la semana que viene se espera que regrese la estabilidad, que podría prolongarse durante cuatro o cinco días.