Llega 2024 con una situación heredada del 2023 en la que las palabras incertidumbre, polarización -palabra del año para la RAE- y crisis pueden ganar protagonismo en el panorama de la actualidad, tanto nacional como internacional. La apuesta de Pedro Sánchez de apoyarse en pequeños grupos que cuestionan las bases propias del orden político nacional lleva a vislumbrar un escenario de gran inestabilidad. Habrá elecciones al Parlamento Europeo, así como en comunidades clave como Galicia, Cataluña y País Vasco, lo que posiblemente marcará el ritmo de toda la política nacional.
En lo económico, la sombra de los recortes proyectada por las nuevas exigencias de Europa, el problema del acceso a la vivienda, la baja productividad y la expectativa de crecimiento económico serán el eje de la actualidad. En lo social, los hábitos surgidos por el uso de nuevas tecnologías y el debate sobre el empleo y la regulación de la inteligencia artificial serán protagonistas de muchas de las noticias que traerá el nuevo año.
En Baleares, será momento para observar la evolución del pacto entre PP y Vox, y confiar en que las nuevas políticas surgidas del cambio político el pasado mes de mayo den frutos. Mejora de la financiación, bajada de impuestos, consolidación de un modelo turístico enfocado a la calidad, facilidad de acceso a la vivienda, cambio del modelo educativo, reforzamiento de la sanidad... son algunos de los aspectos que permitirán evaluar este cambio.
Y si la incertidumbre está llamada a ser la tónica general del panorama político nacional, la inestabilidad internacional vendrá marcada por la enquistada guerra de Ucrania, el conflicto bélico en Gaza y las elecciones a las que se verán convocados los ciudadanos de 74 países, desde Europa a los Estados Unidos, pasando por Rusia, Irán o Reino Unido; un escenario que podría llevar a un profundo cambio geopolítico en el panorama mundial, con las implicaciones y el impacto que todo ello puede tener en nuestra vida cotidiana.
Desde la pandemia, nunca el horizonte había mostrado un escenario tan incierto, aunque los buenos deseos para el futuro y la confianza de que el bien común sea el principal objetivo de quienes toman las decisiones que afectan a todos deberían seguir alimentando la esperanza; al menos en estas primeras horas del año.