Puñetazos, arañazos y mordiscos eran las agresiones que sufría un hombre de su expareja.
La Policía Nacional inició una investigación, relatando la víctima que ya se habían separado, pero que seguían conviviendo en el mismo domicilio, aunque en habitaciones separadas, llegando él a dormir con la puerta cerrada con llave por miedo a ser agredido.
El último episodio de violencia fue cuando la mujer, que también insultaba y amenazaba a su ex, aprovechó que éste estaba sentado en el sofá y le clavó, sin que se lo esperase, unas tijeras en sus genitales.
Por todo ello, la mujer ha sido detenida por un presunto delito de malos tratos.