En 2019, el mercado municipal de Camp Redó cerró puertas al negarse los placeros a seguir pagando los gastos que les generaba los puestos y las fuertes inversiones que se deberían ejecutar para revitalizar este mercado.
Vecinos, comerciantes y asociaciones de la barriada pusieron el grito en el cielo al considerar que con el cierre de este mercado municipal se perdía uno de los espacios más tradicionales de la barriada donde se vendía productos autóctonos, de la tierra.
Ha pasado el tiempo y pese a las promesas del Ayuntamiento de Palma de grandes inversiones, lo cierto es que el mercado presenta actualmente una aspecto deplorable donde la basura se acumula en diferentes zonas sin que nadie haga nada por su limpieza.
Además, segun los vecinos, las ratas y los animales han encontrado en el mercado un lugar perfecto para cobijarse, descansar y alimentarse de los desperdicios que arroja la gente.
Los vecinos ya han dejado de exigir su reapertura conscientes de que el proceso de degradación es imparable y todas las promesas de rehabilitación quedan en el aire sin fecha de ejecución.
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