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El socarramiento médico va como la inflación

jueves 02 de marzo de 2023, 05:00h

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Así es. Esta es la peor enfermedad para los casi 4000 médicos de la sanidad pública balear. Y esta es la peor enfermedad para los 1.200.000 ciudadanos que somos potenciales pacientes. He aquí el “cáncer “de la sanidad pública. No solo médicos sino servicios quemados, por la sobrecarga y el déficit de profesionales. Cada vez hay más médicos que tiran la toalla. De ahí la fuga de médicos de Ibiza y de la sanidad pública a la privada. Pero no solo médicos, también entre los profesores, los jueces, el personal sanitario, asistentes sociales …Todo menos los políticos y los gerentes. Por otra parte, las diferentes administraciones se muestran indiferentes y muchas veces son cómplices perversas de esta situación, que interesadamente no quieren reconocer y abordar.

Hay varios modelos teóricos: ecológicos, psicológicos o caracteriales y sociales u organizacionales que explican las causas del burnout. Muchos autores conceden mucho peso etiológico a las variables del contexto laboral que van a determinar las experiencias negativas del sujeto y la asintonía o desajuste entre los intereses de la empresa o administración, generalmente pública y las necesidades de los trabajadores. Evidentemente los elementos personales, sobre todo los esquemas cognitivos y las estrategias de afrontamiento, también son muy importantes.

¿Cómo responder, prevenir y abordar la fatiga de la compasión, de la justicia y de la instrucción-enseñanza? Teniendo en cuenta su naturaleza multifactorial, es preciso actuar a todos los niveles, aunque los factores organizacionales deban de ser responsabilidad de las administraciones y un objetivo y exigencia prioritaria de las organizaciones sindicales y profesionales.

¿Por dónde empezar? por lo más obvio: saquemos a la luz las cifras del burnout, hagamos un mapa del burnout que permita detectar y cuantificar a los excelentes profesionales “quemados”. Prioricemos la ayuda y la atención a los que ya lo padecen y establezcamos programas preventivos de información y sensibilización.

Es necesario poner en marcha el llamado “salario emocional” que permita la imprescindible conciliación de la vida familiar y laboral. Y yo propondría también ,las siguientes recomendaciones personales: activar y afinar la “ sinfonía límbica “,que interviene en la regulación de las cuatro “efes”: fear, food, fight y ,ya saben, f…, y que reduce el ”ruido” y fija los límites en los vínculos interpersonales; desmitificar, ya que no existe, el gen vocacional e “introspecciones” sobre los motivos inconscientes de nuestra elección profesional; progresar en los necesarios procesos de des idealización personal, familiar, interpersonal y profesional; buscar siempre apoyo; revisar periódicamente nuestra ITV(inspección de tácticas vitales);eliminar las relaciones tóxicas de su contexto habitual; gestionar el pesimismo ,permitiéndose su tiempo ,ya que al fin y al cabo casi siempre es debido a la superposición de dos ritmos temporales distintos; realizar actividad física regular que “endorfiniza “ el cerebro y se “carga” el cortisol malo; intentar resignificar la vida en los momentos peores; gestionar adecuadamente la relación ideal/real, sobre todo si es un médico, una juez o una profesora omnipotente, perfeccionista y con alto gradiente vocacional.

¿Como? relativizando y contextualizando: los ideales son satisfactorios parcialmente y siempre deben de adaptarse a los hechos, a la realidad y a la propia experiencia personal. En fin tolerancia cero al boicot y al autoengaño personal: usted no es juez, médico, profesora etc, usted es quien es y además se gana la vida haciendo de ……y además usted ha elegido ser padre, madre, marido, mujer ………..y además también ha elegido a sus amigos, a sus enemigos………… y además etc.………..tampoco usted mea colonia, ni suda Chanel five, ni caga perlas , o si?. Es decir su objetivo no es no tener burnout sino construirse uno light o de perfil bajo, porque están dispuestos a elegir mejor burnout que paro-out.

Sabemos que no existe el gen del burnout , sabemos que debemos evitar socarrarnos del todo, y deberíamos saber que somos personal de alto riesgo pero no hemos de permitir que la administración haga el papel de don Tancredo, ya que el burnout es un distres laboral crónico en el que los factores organizacionales tienen un gran peso. Debemos protegernos de la antropofagia de las instituciones que como el dios Cronos devora a sus hijos.

Ya saben en derrota transitoria pero nunca en doma.

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