El equipo de gobierno sanchista quiere convertir la empresa municipal de limpieza, Emaya, en una empresa de energía que pueda comprar electricidad directamente a los mercados para luego venderla a ciudadanos particulares. El objetivo, que Emaya monte y gestione las electrolineras de Palma, una decisión que no ha gustado ni a CAEB ni a la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE). Ambas entidades han advertido del peligro que supone este movimiento por parte de un consistorio municipal. Así, el Partido Popular de Palma se ha posicionado a favor de los empresarios y ha asegurado que de llevarse a cabo esta iniciativa, Emaya incurrirá en un caso de competencia desleal hacia las empresas privadas.
“¿Cuántas gasolineras tiene el Ayuntamiento? Ninguna. Entonces, ¿cuántas electrolineras ha de tener? Lo que debe hacer el consistorio es garantizar las necesidades de los ciudadanos y estamos todos de acuerdo en que nos dirigimos hacia la electromovilidad, pero en España tenemos empresas muy preparadas y punteras en energías renovables que se pueden encargar de construir las electrolineras. Puesto que el propietario del suelo es el Ayuntamiento, la mejor fórmula es la concesión administrativa”, ha señalado el concejal del PP en Cort Julio Martínez.
El regidor popular ha incidido en que no es necesario crear una empresa municipal de energía que generará un monopolio financiado con dinero público. “Emaya es la empresa de limpieza y los palmesanos pagan un canon de agua muy elevado, pero aún así Palma es la quinta ciudad más sucia de España. Mejor preocúpese por la limpieza y deje que de la energía se encarguen las empresas que de verdad saben lo que hacen”.
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