www.mallorcadiario.com

El amor mueve montañas

Por Joan Miquel Perpinyà
x
jmperpinyamallorcadiariocom/10/10/25
miércoles 04 de enero de 2023, 08:14h

Escucha la noticia

Empezamos el año nuevo ofreciendo nuestros mejores deseos a nuestros familiares, amigos, compañeros de trabajo, allegados, vecinos y conocidos. Incluso a desconocidos con los que tenemos algún trato breve y ocasional, a la cajera del supermercado o a la farmacéutica, qué sé yo. Y con este ofrecimiento, usualmente los recibimos a la recíproca, de vuelta, casi siempre por cortesía. Salud, trabajo (o dinero) y amor, el tridente que todos anhelamos, que nunca falte.

Yo puedo considerarme muy afortunado, porque nada de eso me falta y aunque desearía tenerlo todo en abundancia, egoístamente, lo cierto es que hay una cosa de esas tres que poseo en grandes dosis: el amor. A mis 49 años puedo decir que estoy locamente enamorado de la persona que comparte su vida conmigo desde hace 16 meses. Y dado que él también me demuestra su amor a diario, me siento ampliamente correspondido en mis sentimientos, lo cual es algo que no siempre uno puede decir con rotundidad a lo largo de su existencia. Pero yo sí.

Doy gracias al cielo por ser tan afortunado, por experimentar el amor como cuando era adolescente, y a la vez, deseo a todos que puedan alcanzar este gran don que supone encontrar a una persona junto a la que vivir y envejecer, cuidando y siendo cuidado. El amor, cuando es correspondido, es un enorme tesoro. Y aunque suene a tópico, mueve montañas.

Les cuento todo esto porque hoy, día cuatro de enero, la persona que adoro cumple 37 años. Es, por tanto, un día muy especial para nosotros y deseo compartirlo con ustedes, perdonen el atrevimiento. Soy consciente de que rompo una norma autoimpuesta años atrás de evitar escribir sobre mí mismo. Pero hoy haré una excepción, con su permiso.

Hace más de 20 años que nos conocemos, aunque únicamente 16 meses que somos pareja, pero somos muy felices juntos. Las cosas no siempre han sido así. Hemos atravesado muchas dificultades, mucha incomprensión por parte de gente cercana que considerábamos amigos. Han demostrado que no lo eran, pero eso quedó atrás. También hemos sorteado juntos numerosos obstáculos, algunos que eran auténticas trampas inesperadas tendidas a traición, que nos han fortalecido y nos han unido aún más, algo que parecía imposible. Es nuestro bagaje vital, aunque en ocasiones haya sido doloroso. Pero nadie dijo que la vida fuera fácil ni justa.

Rafa y yo decidimos un día echar a caminar juntos y sobreponernos a las adversidades, sin ocultarnos nada, sin mentirnos, sin fingir, en absoluta confianza. Y así estamos, pasando días, semanas y meses, que serán años si todo va bien, confiemos en ello.

Sólo lamento que mi madre, que falleció pronto hará un año, no esté aquí para vernos completamente felices, disfrutando de este amor tan auténtico, tan de verdad, tan inabarcable. Y también me entristece, aunque cada vez menos, lo reconozco, tener que bregar cada poco con nuevos o viejos obstáculos, con juicios y prejuicios ajenos, con pronósticos hechos por otros, que pueden estar muy equivocados, aunque ellos no lo sepan. No debiera afectarnos, pero a veces lo hace. Y a pesar de todo, nuestra determinación es cada día más fuerte: seguiremos juntos, avanzando, creciendo y guiándonos por el amor, por la confianza y la complicidad. Disfrutando de vivir juntos.

Y aquellos que nos quieran mal, que se regocijarían en nuestro fracaso, les deseo, por encima de todo, mucho amor. Y salud. Y dinero (o trabajo). En abundancia y por este orden. Porque el amor mueve montañas y es capaz de eclipsar cualquier otro sentimiento negativo. Y no solo en Año Nuevo o en Navidad. Lo hace siempre. Quien no lo ha vivido, no puede saberlo.

Y a ti, Rafa, ¡feliz cumpleaños! Te amo, ya sabes cuánto.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios