Palma enloquece con Fito & Fitipaldis

En el concierto confluyeron varias generaciones, desde niños hasta mayores, y entre todos hicieron que el recinto estuviese a desbordar, tanto de fans como de alegría.

Lo que sobra de mí dio el pistoletazo de salida al repertorio musical de casi dos horas y media que la banda tenía preparado. El público demostró que se sabía a la perfección temas como Por la boca vive el pez o Me equivocaría otra vez.

“Gracias por esperarnos”, exclamó Fito, quien llevaba en silencio siete años y ha regresado ahora con Cada vez cadáver. A pesar de ello, ayer se pudo comprobar que la banda continúa su legado: tras despedirse, y por tanto terminar el concierto, regresaron al escenario para tocar Abrazado a la tristeza, una canción de la que Fito requirió la ayuda del guitarrista y componente del grupo, Carlos Raya. "No sé si es por la guerra, o porque me hago viejo, pero cada vez me cuesta más cantar esta canción", haciendo referencia al contenido emocional de la misma.

Al grito del público de “Soldadito, soldadito”, Fito, Carlos Raya, Javier Alzola (saxofón), Alejandro Climent (bajo eléctrico) y Ricardo Cantera (batería) se vieron Entre la espada y la pared y acabaron tocando el tan esperado Soldadito Marinero.

Entre aplausos, abandonaron un escenario que apenas dos minutos después volvieron a pisar para cantar Antes de que cuente diez.