Las defensas han citado a personas que corroboran la versión de cuatro de los nueve procesados que alegan que no asistieron a la protesta. En su escrito de acusación inicial la Fiscalía solicita para los doce acusados penas que suman 29 años de cárcel, aunque será este jueves cuando el ministerio público formule su petición definitiva.
Los cuatro primeros testigos de este miércoles estuvieron en distintos momentos con uno de los procesados en la tarde del 22 de julio de 2017, el día en el que, sobre las 20 horas, un grupo de manifestantes se concentró ante un restaurante del Muelle Viejo de Palma gritando lemas contra el turismo masivo, activaron bengalas y botes de humo y echaron confeti sobre algunos de los comensales que cenaban en la terraza.
Los cuatro testigos comieron juntos con el acusado, tres pasaron la tarde con él, una cenó con él en un local en el que trabajaba otro de ellos y dos le acompañaron a un concierto por la noche. Otro testigo, director de varios medios de comunicación, ha confirmado que uno de los únicos tres acusados que admite haber asistido a la protesta lo hizo en su condición de periodista para documentar el acto y contarlo para una radio y una web de noticias de su asociación, que le tenía contratado. Cuatro testigos más han corroborado la versión de una acusada que argumenta que ese día estaba en Tarragona, donde pasó en una "diada castellera".
La última de las personas citadas por las defensas en esta jornada, residente en Ibiza, ha explicado que había viajado a Mallorca el fin de semana en que sucedieron los hechos y que el sábado 22 de julio pasó la tarde con uno de los acusados en un local de ocio de Palma. Está previsto que el juicio concluya este jueves con los testimonios pendientes y la exposición de los informes y conclusiones de las partes.
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