Inicialmente, este juicio en la Audiencia Provincial se debía celebrar desde este lunes hasta el viernes contra siete acusados de un delito contra la salud pública. Tan solo cuatro de ellos han acudido a la vista, mientras que dos de ellos no han sido localizados y una de las procesadas ha fallecido.
La Fiscalía solicitaba penas que sumaban 22 años de prisión para los siete procesados, así como multas por 8.000 euros.
Cuatro de estos acusados han reconocido los hechos ante el tribunal y se han conformado con condenas de un año y medio a dos años y tres meses de cárcel.
Algunos de estos encausados ya habían sido condenados por otros delitos, como tráfico de drogas, violencia doméstica, robo o maltrato animal, recoge el escrito acusatorio de la Fiscalía.
Según el ministerio público, los hechos se remontan a febrero y marzo de 2019, cuando los acusados se dedicaron a la venta de drogas en domicilios ubicados en el barrio de la Soledat, en la capital balear.
En abril de ese mismo año, agentes policiales realizaron una serie de entradas y registros en estas viviendas e intervinieron distintas cantidades de estupefacientes, así como objetos utilizados para la manipulación y posterior venta de estas sustancias ilícitas.
En estos pisos de La Soledat, los policías encontraron unos 350 gramos de cogollos y resinas de cannabis, cocaína, básculas de precisión, libretas de gastos y cámaras y televisores que utilizaban para controlar la venta de estas sustancias.
Los cuatro autores han renunciado a su derecho al turno de última palabra previsto para este martes, cuando se espera que concluya el juicio por estos hechos tras la declaración de dos policías que investigaron los hechos.
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