"El Mallorca está totalmente en contra de la reventa de entradas y tomaremos las medidas oportunas si se detecta alguna infracción", señala el club balear en un comunicado.
Añade que ha tomado la decisión de "anular y prohibir la entrada a los abonos que se detecten que han sido revendidos".
En los últimos días la entidad bermellona había detectado en las redes sociales diversas ofertas de reventa de abonos realizadas por sus socios, circunstancia que el club quiere evitar a toda costa.
Los precios de las localidades para el partido Mallorca-Real Madrid oscilan entre los 140 euros, del fondo sur, a los 250 euros de la tribuna cubierta.
La demanda de entradas es incesante y el club espera ingresar alrededor de medio millón de euros.
El equipo de Luis García Plaza afrontará el choque ante el conjunto de Carlo Ancelotti con el objetivo de sumar puntos clave en su lucha por la permanencia.
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