La investigación la inició la UCRIF en colaboración con la unidad de Rayos de Seguridad Ciudadana a raíz de una inspección rutinaria realizada en un restaurante en la que se identificó al dueño y a dos trabajadores de origen indio.
Los agentes actuantes llegaron a la conclusión de que los dos trabajadores se habían identificado con documentación de otras personas y fueron detenidos por usurpar la identidad de dos personas que se encontraban residiendo de forma legal en España.
También se detuvo al dueño del establecimiento al ser la persona que indicó a los trabajadores que ante una inspección policial debían proceder identificándose con la documentación de otras personas con características físicas similares que se encontaran con residencia legal en España. De hecho, había sido el dueño quien consiguió dicha documentación sin conocimiento de los afectados.
Debido a estos hechos, el empresario además de enfrentarse al procedimiento penal se puede enfrentar a una multa de 10.000 euros por cada persona contratada de forma irregular.
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