En su intervención, Far ha asegurado rotundamente que su salida del ente ha estado motivada por motivos estrictamente personales y ha negado presiones. "No he recibido ninguna presión, nunca y si las hubiera recibido, habría hecho algo", ha aseverado.
Los grupos de la oposición han hecho hincapié especialmente en la cuestión de las presiones, algo que Far ha negado en repetidas ocasiones para insistir en las razones "estrictamente personales".
En todo caso, ha reconocido que una oficina de control "siempre es incómoda y tiene que ser así" aunque, ha insistido, nunca se le ha hecho partícipe de esta incomodidad.
CASO HAT BAR
En cuanto a la polémica del Hat Bar, en la que se vio envuelta la presidenta del Govern, Francina Armengol, el exdirector de Anticorrupción ha apuntado que ante un "conflicto ético" es difícil intervenir. "Si es ético o no, como director no me puedo posicionar", ha afirmado.
En relación a la vacunación de altos cargos, ha señalado que se trata de una investigación que no está cerrada todavía. Far ha explicado que primero se pidió la lista de todos los vacunados, que tuvo que ser acotada más tarde a la lista de altos cargos, porque la Comunidad Autónoma entendió que "no era proporcional".
En este sentido, ha insistido en que se cambió la actuación por motivos técnicos y no por presiones, aún a riesgo de perder información sobre posible vacunación de personas cercanas a los altos cargos.
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