Gesta histórica del Atlético Baleares que en una mágica e inolvidable noche de Reyes y ante un Estadio Balear pletórico de emoción ha sellado su clasificación para octavos de final de la Copa del Rey tras superar a todo un Primera División, el Celta de Vigo, segundo equipo de la máxima categoría del fútbol español que, tras el Getafe, muerde el polvo ante el cuadro entrenado por Xavi Calm. Dos goles de Manel Martínez, auténtico héroe de la eliminatoria, han proporcionado al equipo blanquiazul una de las mayores alegrías de su trayectoria como entidad deportiva. El delantero catalán adelantó a los locales en la primera parte, y aunque, tras el descanso, Brais Méndez niveló la contienda, Manel batió por segunda vez la portería viguesa a falta de un cuarto de hora para la finalización del choque.
El Celta llegaba al Estadio Balear con el aval de sus tres triunfos consecutivos en Liga y un once inicial en el que, aún faltando el principal referente del equipo, Iago Aspas, se hallaban jugadores de la talla de Hugo Mallo, Murillo, Tapia, el exbarcelonista Denis Suárez, Cervi y el exsevillista Nolito.
Por su parte, Xavi Calm puso en liza una alineación que muy bien podría considerarse de gala, con Xavi Ginard en la portería; Luca Ferrone, Vilarrasa, Carlos Delgado y Orfila, cerrando filas en defensa; un robusto centro del campo integrado por Cordero, Petcoff, Armando y Canario, y con Dioni y Manel Martínez ocupando posiciones de ataque.
Los vigueses, conscientes de su teórica superioridad, trataron de hacerse con la posesión del esférico durante los primeros minutos del lance, pero enfrente tenían a un Atlético Baleares dispuesto a no dar ningún balón por perdido y que ejercía una asfixiante presión en el centro del campo que apenas permitía maniobrar a los futbolistas entrenados por Coudet. El conjunto de Primera División tuvo que esperar hasta el minuto 9 antes de aproximarse a las inmediaciones de la portería defendida por Xavi Ginard, gracias a un centro que ganó la espalda de la defensa blanquiazul pero a la que, en cualquier caso, el meta de Artà respondió interceptando la pelota ante Cervi. No obstante, el árbitro, Melero López, había anulado la acción por fuera de juego.
CABEZAZO PRODIGIOSO DE MANEL MARTÍNEZ
Al cuarto de hora del choque estalló la euforia en la Vía de Cintura, cuando Canario botó magistralmente un córner y Manel Martínez, entrando desde atrás, cabeceó a la red sin que Dituro pudiera hacer nada para impedirlo. El golazo del delantero catalán desconcertó al Celta, que se convirtió en un 'quiero y no puedo', anestesiado por la efectividad del Atlético Baleares en la marca y la práctica imposibilidad de acercarse al área local.
Solo a la media hora de juego los gallegos dieron alguna sensación de peligro. Fue Nolito el que amenazó la integridad de la portería mallorquina, pero su lanzamiento fue repelido desde el suelo por Luca Ferrone. Apenas un minuto después, la alarma roja se encendió en la otra área. Manel Martínez, sin duda uno de los grandes protagonistas de este duelo copero, se marchó con velocidad por banda derecha, se deshizo de un rival y su remate fue blocado por Dituro.
En el 33, una preciosa pared entre Cordero y Dioni acabó en saque de esquina y, fruto de este córner, nuevamente Manel Martínez estuvo a punto de marcar, otra vez a centro de Canario. El propio centrocampista castellano recogió el rechace de la defensa viguesa y acabó perdiendo la verticalidad. Los jugadores entrenados por Xavi Calm reclamaron penalti, pero Melero López no concedió la falta máxima, pese a las sonoras protestas de los aficionados que acudieron a esta histórica noche de reyes en el Estadio Balear.
COUDET MUEVE EL BANQUILLO
Antes de que el colegiado indicara el camino de los vestuarios, el Celta botó dos faltas muy cercanas al área, pero malogró ambas oportunidades. En la primera acción Cervi lanzó sin consecuencias y, acto seguido, el remate de Denis Suárez fue invalidado por posición antirreglamentaria del mediocampista gallego.
Coudet, inquieto por el rumbo que estaban tomando los acontecimientos, movió el banquillo tras el descanso para dar entrada a Brais Méndez, Santi Mina y Galán en detrimento de Gabri Vega, Fontán y el peruano Tapia, si bien este último había sufrido un percance físico en las postrimerías de la primera mitad que, posiblemente, motivó que su entrenador le retirara del campo.
En el minuto 53, Vilarrasa saca una falta en las proximidades del córner y opta por un duro lanzamiento directo que el portero del Celta consigue parar con muchas dificultades y en tres tiempos. Casi sin tiempo para recuperarse, Dioni recibe un balón en el centro del campo y elige disparar desde lejos, pero Dituro no tuvo problemas para hacerse con el esférico.
JARRO DE AGUA FRÍA
El crono iba discurriendo con exasperante lentitud para los intereses del Atlético Baleares, cuyo fondo físico se iba poniendo a prueba ante las acometidas, cada vez más insistentes, de su rival. Los celestes se habían adueñado del balón y, en una de sus aproximaciones, Galán se internó en el área y Santi Mina remató con todo a su favor, y aunque la defensa blanquiazul consiguió sacar la pelota bajo palos, el rechace fue aprovechado por Brais Méndez para empatar el partido.
El jarro de agua fría hizo mella en los locales, que, además, vieron con inquietud cómo Coudet daba entrada al 'monstruo de las galletas', Iago Aspas, en sustitución de Nolito, apenas unos días después del gran festín que se marcó el 'príncipe de las mareas' en la eliminatoria frente al Betis. También Calm tiró de banquillo y ordenó el ingreso en el campo de José Fran y Vinicius Tanque para relevar a Armando y Dioni.
DOBLETE DE MANEL MARTÍNEZ
La apuesta le salió bien al entrenador balearico, y con el revulsivo de los cambios su equipo recuperó el pulso del partido. De esta manera, con el ATB inasequible al desaliento y dispuesto a hacer efectiva la gesta de la eliminación copera ante un adversario de la máxima categoría, llegó el segundo tanto de los palmesanos. Y, de nuevo, con los mismos protagonistas: corría el minuto 74 cuando Canario dio otra muestra de su portentoso talento y su medido centro desde la izquierda fue cabeceado por Manel Martínez para poner por delante otra vez al cuadro anfitrión. El testarazo del delantero entró como una exhalación por la escuadra ante un Dituro que no pudo hacer otra cosa que mirar cómo el esférico le superaba y entraba inexorablemente en su meta.
CUATRO MINUTOS DE TIEMPO AÑADIDO
Calm decidió afrontar el último tramo del encuentro con una apuesta más numantina y retiró del terreno de juego al héroe de la noche, Manel Martínez, que abandonó el campo a falta de cuatro minutos para la conclusión del tiempo reglametario. El Estadio Balear, literalmente en pie, despidió al ariete catalán con una atronadora ovación. Ocupó su puesto Jesús Álvaro.
Quedaba apenas nada para celebrar el milagro. El árbitro decretó cuatro minutos de tiempo añadido, que el ATB se dispuso a encarar con el 'autobús' metido en el área para cerrar cualquier vía de acceso a la portería de Xavi Ginard. El Celta, entretanto, sucumbía a su propia desesperación mientras veía cómo la eliminatoria se le escapaba de las manos.
Y así fue, a mayor gloria del Atlético Baleares, que ahora guardará turno en el bombo para que la próxima eliminatoria, ya en octavos de final, le depare el regalo de otra noche fastuosa en el Estadio Balear.
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