Cínicos e hipócritas

La derechona y sus voceros han puesto el grito en el cielo porque entre los partidos que apoyaran al Gobierno en la aprobación de los presupuestos generales del año 2022, figura Euskal Herria Bildu, una coalición de formaciones vascas entre las que se encuentran Eusko Alkartasuna, Sortu, Aralar (disuelto en 2017), Amaiur y
Alternatiba.

Cuando los populares han votado en común con ellos en diferentes asuntos e instituciones autonómicas y locales a lo largo de estos años. Si no, que se lo pregunten al manipulador de Javier Maroto que fue alcalde del PP en Vitoria y no tuvo inconveniente en llegar a acuerdos con ellos.

La crítica es que el Ejecutivo cede ante los “herederos políticos de ETA”, como berreó Cuca Gamarra, portavoz del PP en el Congreso. Y eso que es la teórica representante del ala moderada del PP, aunque la ex alcaldesa de Logroño compite ahora en agresividad con su antecesora, Cayetana Álvarez de Toledo y la ha sobrepasado. Cayetana tenía más clase, esta es bastante más basta y vulgar.

Braman los populares y sus voceros diciendo que Sánchez va a acercar, en contraprestación, a los presos de ETA al País Vasco, olvidando decir que entre las 82 aproximaciones producidas en estos dos últimos años, solo 15 lo han ido a prisiones del País Vasco. Y omiten que en tiempos de Aznar y en plena negociación con ETA,
tuvo lugar más de un centenar de acercamientos a cárceles de Euskadi solo entre 1998 y 1999.

Según Pablo Casado, el presidente del Gobierno “ha cruzado ya una línea negra al pactar con Bildu a cambio de acercar a presos de ETA con delitos de sangre a sus espaldas a cárceles cercanas al País Vasco”, el líder popular ha definido el pacto como "indignidad moral" obviando malintencionadamente que el mismo votó en
contra de la ilegalización del partido abertzale en el año 2012, una propuesta que llevó al Congreso de los Diputados Rosa Díez cuando estaba al frente de UPyD y Casado era diputado en las Cortes por el Partido Popular, tachando la medida de “innecesaria, carente de rigor jurídico y contraproducente” y acusando a la dirigente de UPyD de “oportunista”.

Entre los años 2016 y 2019 PP y EH Bildu firmaron 127 veces juntos en el Parlamento Vasco y votaron lo mismo en el 45% de los debates, y estampado su firma en una ley enviada como propuesta autonómica a las Cortes Generales, en una ley autonómica, en cuatro proposiciones no de ley, en 52 transacciones durante los debates ordinarios en el pleno, en cinco solicitudes de comparecencia y en 64 declaraciones institucionales, además de 340 asuntos que se votaron en el pleno, sin incluir asuntos tramitados en las distintas comisiones.

Andoni Ortuzar, presidente de la ejecutiva jetzale (PNV), aprovechó la semana pasada un mitin en Getxo para repartir zascas a diestro y siniestro. El dirigente vasco ha preguntado, ¿en esta última legislatura en el Parlamento vasco cuántas veces ha acordado, pactado y votado el PP con EH Bildu?

No le ha hecho falta respuesta, él mismo ha contestado: “En esta legislatura, cuatro proposiciones no de ley, 29 enmiendas transaccionales a proposiciones no de ley, 23 enmiendas transaccionales a mociones, 5 solicitudes de comparecencia, una iniciativa ante Cortes Generales y 32 declaraciones institucionales”, “Significa, señor Casado, que el PP no tiene remilgos aquí en pactar con Otegi”.

Esa obsesión de la derecha para que vivamos cuarenta años atrás, presos del terror y del rencor les lleva a distorsionar la realidad, en lugar de ayudar al Gobierno de Sánchez en la vía de modernizar y normalizar la vida de los españoles. ¿Capisci?