Intolerable huelga encubierta de basuras

El audio del secretario general de la Federación de Construcción y Servicios de Comisiones Obreras, Miguel Ángel Pardo, que circuló en redes este martes -y que recogió mallorcadiario.com- permitió conocer la burda estrategia de los convocantes de la huelga de basuras para que el acuerdo de aplazamiento de la protesta apenas tenga efectos. En sus directrices a quienes le secundan, Pardo llama a ralentizar la recogida, dar vueltas con los camiones y recoger unas pocas bolsas de residuos para que, textualmente, "la mierda esté una semana en la calle". Unos comentarios que requieren algo más que la torpe excusa de Pardo afirmando que estaban "sacados de contexto".

La protesta se prolongó oficialmente durante cinco jornadas en la mayor parte de las localidades de la isla -con las excepciones de Palma, Calvià y Pollença- hasta que el lunes se aceptó un principio de acuerdo con el que los operarios de las contratas dijeron reemprender su labor, dejando aplazada la huelga pero sin llegar a desconvocarla. En realidad, esta situación, agravada por la intención de los convocantes de ralentizar el trabajo, ha derivado hacia una especie de huelga encubierta que está provocando que las basuras se sigan acumulando junto a muchos de los contenedores en los municipios afectados.

Salvaguardando el legítimo derecho a la huelga y las justas reivindicaciones de los trabajadores de las diferentes contratas, los ciudadanos no pueden convertirse en rehenes de una situación que les perjudica notablemente, poniendo en riesgo su salubridad y privándoles de un servicio esencial como es la recogida de residuos. No son de recibo consignas como las lanzadas por el secretario de CC.OO., como no es de recibo que no se hayan cumplido los servicios mínimos.

Los ayuntamiento afectados deben analizar sus casos particulares para aplicar, si procede, sanciones o compensaciones si el servicio no se cumple como toca. Y la Conselleria de Treball deberá velar por la legalidad de las contrataciones laborales en unas condiciones dignas, de la misma manera que deberá esforzarse para que no se produzca ningún tipo de indefensión que perjudique a ayuntamientos y vecinos.