El actual gobernante alauita de Marruecos no es de fiar, como no lo fueron historicamente nunca sus antecesores, y como no le paren los pies, de una vez por todas, seguirá erre que erre mientras viva, porque la dinastía alauíta siempre ha utilizado a su pueblo como carnaza para asegurarse su trono y presionar a España.
El detonante de la reciente apertura de fronteras se ha debido, esta vez, a la hospitalización de Brahim Gali, líder del Frente Polisario y presidente de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en un hospital de Logroño, pese a que Marruecos las mantiene cerradas por la pandemia hasta el día 10 de junio.
La acogida del líder del Frente Polisario, el pasado mes de abril, ha abierto la última crisis diplomática entre ambos países, que ha desembocado este lunes en la entrada masiva de inmigrantes marroquíes en Ceuta. Mientras España le regala camiones, tractores, armamento a Marruecos (este mismo martes el gobierno aprobó 30 millones de euros para la policía marroquí), Marruecos, en contrapartida, nos manda a sus ciudadanos más pobres y más desamparados. Según el Gobierno español, son ya más de 8.000, muchos de ellos llegados a pie o a nado desde territorio marroquí, sin que a Mohamed VI le importe un pimiento que sus ciudadanos se ahoguen porque para él son solo un instrumento de presión.
Las relaciones entre España y Marruecos desde siempre han estado marcadas principalmente por la constante inestabilidad, con continuos altibajos principalmente a causa de la inmigración irregular, los derechos de pesca y el conflicto del Sáhara Occidental, recordemos que España continua siendo la potencia administradora del Sáhara Occidental según la ONU, y eso que la propaganda oficial española siempre ha destacado la gran amistad, antes, entre Juan Carlos y Hasan II del Reino de Marruecos que se parece más a una monarquía absoluta que a una monarquía constitucional de tipo europeo, con el añadido de que la familia real es propietaria directa de la mayor parte de las tierras, industrias y recursos del país y ahora se destaca la hermandad entra Felipe VI y Mohamed VI, que solo sirve para consolidar a la dictadura marroquí.
Mohamed VI, como antes sus antepasados, tiene por costumbre emplear a sus compatriotas como arma arrojadiza, como moneda de cambio ante la pasividad del gobierno español y cada vez que quiere conseguir alguna prebenda de España, para sus negocios o para sus trapicheos, utiliza a su antojo a sus propios súbditos, de forma execrable, como instrumento político al servicio de sus intereses.
La embajadora marroquí en España, Karima Benyaich fue clara este martes al declarar que “Hay actos que tienen consecuencias y se tienen que asumir”, hay “actitudes que no se pueden aceptar”, continuó la embajadora, apelando a “la confianza mutua, que se tiene que trabajar y nutrir”.¡De mear y no echar gota!.
La respuesta al enésimo chantaje de Marruecos no puede ser otra que reconocer la autodeterminación del Sáhara Occidental y plantarle cara a la dictadura marroquí. España y Europa no pueden permitir eternamente la violación de derechos humanos y de resoluciones internacionales.
Esta vez la respuesta de Europa ha sido rápida y de total apoyo a España:
Ylva Johansson, comisaria de Interior europea, ha recordado que “las fronteras españolas son fronteras europeas”. También se ha pronunciado al respecto Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, que ha escrito en redes sociales un mensaje de apoyo: “Todo nuestro apoyo y solidaridad con España” y Margaritis Schinas, vicepresidente de la Comisión Europea a cargo de la negociación de un nuevo pacto migratorio, que también ha reaccionado insistiendo en los mensajes que han enviado Johansson y Michel:”La frontera española de Ceuta es una frontera europea. Plena solidaridad con España”.
También ha salido a hacer comedia el cenutrio y prófugo delincuente Carlos Puigdemont, al que “Le gusta más salir en la foto que a un tonto una tiza” pidiendo que la UE se desvincule de los intereses españoles, y por lo tanto europeos, en el norte de África y que apoye una negociación entre España y el régimen alauíta para negociar la devolución de Ceuta y Melilla a Marruecos, ha vuelto a “cagar fuera del tiesto”.¿Capisci?