La Fiscalía reclama para el hombre, un español de 64 años que sufre un trastorno bipolar, penas que suman 24 años de prisión por varios delitos de abusos sexuales continuados a menores, así como el pago de indemnizaciones de 600 euros a cada una de las menores por los daños causados.
En el juicio, que ha arrancado este lunes en la Audiencia de Palma, el exprofesor de matemáticas y ciencias de un colegio de Palma ha negado ser el autor de los abusos sexuales denunciados por 10 estudiantes que, en el momento de los supuestos episodios, tenían entre 12 y 17 años.
Agentes de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional lo detuvieron a finales de enero de 2018 por los supuestos abusos sexuales: “Me quedé sin palabras”.
NIEGA TOCAMIENTOS POR DEBAJO DE LA FALDA
A preguntas de la fiscal, el encausado, docente del colegio desde 1984, ha defendido que “nunca” tocó a sus alumnas por debajo de la falda del uniforme: “Puede que hayamos chocado pero nunca con intención de tocarle los pechos a las alumnas”.
Ha dicho que tenía buena relación tanto con los alumnos como las alumnas y que realizaba gestos de contacto, como tocar el cuello o el brazo de las jóvenes pero “nunca” con la finalidad de satisfacer su ánimo libidinoso.
“La palabra acariciar no describe lo que sucedió”, ha puntualizado el hombre, quien ha negado haber realizado “conductas inapropiadas” con sus alumnas, según le acusan la Fiscalía, la abogada del colegio y la representante del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS).
Según la acusación pública, el acusado realizaba tocamientos por debajo de la ropa a las menores y les comentaba que en lo primero que se fijaba en una mujer eran los pechos, o les decía que provocaban con la falda del uniforme tan corta.
Sobre estos últimos comentarios, el exprofesor ha tildado de “ridículo” que los alumnos modificaran el pantalón del uniforme y las alumnas acortasen sus faldas. “Hay las directrices de guardar la uniformidad e incumplirlas les podía acarrear medidas disciplinarias”, ha alegado.
En relación al relato de una de las denunciantes, una alumna que por aquel entonces tenía 12 años y una discapacidad del 34 %, el acusado ha negado haberle dicho que quería mantener relaciones sexuales con ella.
También se ha desvinculado de la acusación de haber tocado el culo de una de ellas mientras hacía ejercicos en la pizarra, o haberse acercado a las menores durante el tiempo de recreo para tocarles los pechos.
UN "COPMPLOT" PARA SACARLE DINERO
Las alumnas, que se sentían incómodas ante la actitud del docente, se quejaron a sus tutoras y a la dirección del colegio de Palma, que decidió apartar al docente de sus funciones:
“Lo único que me dijeron es que había quejas y que eran varias”, ha añadido.
“He llegado a pensar que esto sea un complot y que si me demandaban podían sacar dinero”, ha comentado el hombre. También ha sugerido que quizás las quejas por los presuntos abusos sexuales surgieron “por el simple hecho de una de ellas a sentirse protagonista”.
La fiscal también reclama para el acusado cinco años de libertad vigilada y la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de las menores, así como comunicarse con ellas en un plazo de cinco años.