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Mada Pérez o una mujer creativa en torno a su espíritu
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Mada Pérez o una mujer creativa en torno a su espíritu

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Nos desplazamos hasta Cala Blava para visitar a una mujer que desde temprana edad ha tenido inquietud y facilidad por las manualidades y ha sentido pasión por el arte. Nos recibe sonriendo a pie de calle, frente a su casa. A un minuto de haber entrado en la vivienda nos invita a sentarnos a una mesa donde nos prepara “pa amb oli” con embutidos gallegos, cerveza, vino y café… no estaba mal para empezar.

La protagonista de esta semana es Magdalena Pérez Gallego, conocida como Mada Pérez, nacida en Copenhague el 7 de mayo de 1972, hija del matrimonio formado por Julio, natural de Calella y profesional de la hostelería y de Josefa, natural de Orense y también profesional en la hostelería. El matrimonio tuvo tres hijas.

En 1972, Margarita II se convierte en reina de Dinamarca tras la muerte de su padre Federico IX, en los Juegos Olímpicos de Invierno en Sapporo, Francisco Fernández Ochoa consigue una medalla de oro en esquí, en Roland Garros se alza con el título el español Andrés Gimeno, en Estados Unidos se crea la marca Nike, en Los Andes ocurre un accidente de avión y tras 72 días son rescatados dieciséis supervivientes de cuarenta y cinco que iban a bordo. Nacen; Rivaldo, Conchita Martínez, Zinedine Zidane, Alejandro Amenábar, Ben Afleck, Gwyneth Paltrow y Cabaret, El Padrino de Coppola, El último tango en París de Bertolucci, con Marlon Brando como estrella, se convierten filmes de culto. En música destaca la formación del grupo Abba, el éxito de Albert Hammond con “It never rains in southern California”y de Julio Iglesias con “Un canto a Galicia”.

Cuando yo nací, mi padre trabajaba en la Embajada Española de Dinamarca. En casa contaban que fue un disgusto para mis abuelos que finalmente no acabase la carrera de cura. Pero es que mi padre hablaba ocho idiomas y tenía un mundo por delante. Estuvimos habitando la casa de Copenhague hasta que yo tenía dos años y medio y mis padres aceptaron una oferta para dirigir el Hotel Helios en la Playa de Palma. Por tanto de esa primera época no guardo recuerdos.

Copenhague es considerada una de las ciudades más confortables y con uno de los niveles de vida más altos del mundo, de ahí la expresión “hygge” que utilizan los daneses para definir su manera sencilla de entender la vida y disfrutarla.

¿Entonces sus primeras anotaciones en la memoria la sitúan en Mallorca?

Mi infancia transcurrió entre la casa de Palma y el Hotel Helios, me sentía feliz en aquel gran edificio que era mi otro hogar y con los clientes era una gran familia. Pasábamos todo el verano en El Arenal, la playa, inventando juegos, actuando y cantando en mitad de la calle, no había nada superior a conseguir que cada día fuera más divertido que el anterior.

De vez en cuando, regresábamos a Copenhague para visitar a nuestros padrinos Elias y Consuelo. Me encantaba cuando íbamos en época de navidad y la ciudad se transforma en un gran escaparate. Todo el mundo se implica. Las casas particulares engalanadas, las comunidades, los mercadillos, las tiendas, los grandes comercios.

Las navidades en Copenhague son un espectáculo, tanto para el residente, como para el visitante, siendo los mercadillos navideños uno de los atractivos turísticos que se instalan ya en el mes de noviembre. La nieve en las calles se suma a la decoración de luces, guirnaldas y otros elementos, incluso en la pista de aterrizaje del aeropuerto Copenhague-Kastrup colocan un gran árbol navideño. El frío en las calles se combate bebiendo “glogg” el vino caliente especiado.

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¿Qué tal fue usted como estudiante?

Fui al Colegio Madre Alberta y no puedo presumir de haber sido una buena estudiante. Desde pequeña dibujaba, era algo natural en mí y actividades como la gimnasia, el ballet y la pretecnología me interesaron más que otras asignaturas.

Descúbranos algunos detalles de su adolescencia…

Ja, ja, mi adolescencia. Soy la mayor de cuatro hermanas y desde niña me tocó ser la cuidadora y no lo cuento como un reproche, a mi me satisfacía. A los dieciséis años empecé a ayudar en el hotel que dirigían mis padres y en el tiempo libre salía con las amigas y amigos y habitualmente nos quedábamos cerca. Éramos “surferos” y como antes no estaba prohibido, hacíamos noche en la playa, alrededor de una hoguera.

No había cumplido los dieciocho años cuando conocí a mi novio de siempre, el que ahora es mi marido y desde entonces he trabajado a veces con él en proyectos suyos y otras veces por mi cuenta. José Miguel no solo ha sido mi marido, mi amigo, mi compañero, también mi apoyo en los momentos más complicados.

¿Cómo es usted en lo personal? - Me mira, hace una mueca y suelta una carcajada…

¡No me hagas hablar de eso!

Soy muy distraída, incluso aprendiendo a esquiar, siguiendo la fila marcada por el monitor, me desviaba inconscientemente, era y aún en alguna ocasión sigo siendo ligeramente inconstante.

¿Cuándo decide que es el momento de mostrar sus pinturas?

Es obligado decir en primer lugar que soy autodidacta y como he comentado anteriormente, desde muy pronto sabía dibujar y me interesaba por aquello que tuviera un atractivo manual. Empecé a experimentar con texturas, con trabajos abstractos y poco a poco iba obteniendo resultados satisfactorios. Recuerdo que estaba embarazada de mi hijo Miguel y me animé por hacer esculturas en barro. De hecho mi primera exposición fue en el Club Náutico Portixol en 2005, después de eso me inscribí en la escuela Renacimiento, allí aprendí y perfeccioné mis enseñanzas. En 2010 hice en La Lonja una segunda exposición de piezas de barro. Aparqué mis quimeras unos años y me dediqué al cuidado de mis hijos y de mi padre que estaba enfermo y que falleció en 2016.

Tras esta etapa ausente, regresa sobre sus propios pasos y recupera el uso de aquel don que había estacionado en algún lugar de la memoria.

Tanto tiempo sin pintar o esculpir te daña. Aunque es como haber aprendido a montar en bici, no se te olvida. Para consumir energía jugaba al pádel, pero por motivos de salud y por consejo médico tuve que dejarlo y entre en un estado de depresión que pude superar gracias a volver a experimentar con la pintura y fue cuando me di cuenta de que era lo que más me llenaba y que nunca jamás debía dejarlo.

¿Y qué le ha dado la pintura? - Percibo un atisbo de emoción en sus ojos.

¡Uf! la pintura…

Soy una persona que padece algo de migraña y le afecta a mi estado de ánimo y la pintura me ayuda a sobreponerme. Me ha dado desahogo, creatividad, curación, optimismo, oportunidades, amigos.

Mada nos confiesa que entre sus placeres, está el surf, el pádel, las meigas, la música y fotografiar amaneceres y atardeceres sobre el mar, desde la altura que le ofrece la terraza de su casa. Es un ser que a veces se muestra tímido y al tiempo atenta, cariñosa, amante de su familia y de su entorno, participativa y generosa.

Tiene una mirada inocente y sincera, a los bromistas nos cuesta poco hacerle creer historias inverosímiles, tal vez, por su honestidad.

A veces habla de la pintura como si hubiera sido una terapia y habla de su vida como si hubiera sido una aventura

Y es que ha habido una parte que ha sido así. Hubo una época en que todo el dinero que ganaba lo invertía en viajar y aprovechar para visitar museos, como el Metropolitan de Nueva York y el Moma, fui a Las Vegas, al Gran Cañón del Colorado en avioneta hasta una reserva India, Chicago, Los Ángeles que no me agradó demasiado, fui a Brasil, a Iguazú, a Méjico país que adoro, Jamaica, Gran Caimán; República Dominicana, China, Tailandia, París, Alemania, Italia, Portugal y en breve espero ir a Japón.

Y hablando de viajes ¿Qué me dice de sus estancias en Galicia?

En verano viajamos en familia a Orense, tenemos casa en la localidad de Leiro donde abundan las pulperías y aprovechamos para ir al municipio natural de mi madre, O Carballiño donde se elabora el mejor pulpo do feira del mundo. En agosto se celebra la Fiesta del Pulpo a orillas del rio Arenteiro y en ese mismo mes también vamos a Ribadavia para asistir a la fiesta medieval.

La Festa da Istoria que se celebra en Ribadavia cada año el último sábado de agosto, es un retorno a la Edad media. Una jornada en la que se transforma el centro histórico en un escenario medieval que reconstruye un ambiente judío. En ese día participan los ciudadanos con sus vestimentas antiguas, decorando las calles y con mercadillos de otras épocas, un viaje a través del túnel del tiempo en el que se asiste a numerosas actividades entre las que destaca la recreación de una boda judía y la utilización durante todo la jornada de la moneda maravedí.

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¿Qué artistas incentivan su atención?

Una de las artistas a la que sigo es Lita Cabellut, de hecho hace poco me sorprendió al recibir noticias suyas, también a Matt Albert, a Mondejar y tengo predilección por el trabajo que hace Jaime Roig de Diego, su ironía, su provocación, son motivo de admiración. Manolo Coronado, Luis Maraver, Pascual de Cabo, Vicenç Palmer, Llorenç Garrit, Calvo Carrión y seguramente podría nombrar a muchos más, especialmente al artista Mondejar con quien nos une cierto parentesco familiar.

¿Cómo ha pasado la pandemia?

Además de seguir pintando he elaborado numerosos diseños de manualidades, bisutería, he tuneado cazadoras vaqueras, muñequeras, collares, pendientes, he restaurado muebles antiguos.

Me metí en mis armarios y me dediqué a vaciarlos, a inventar intercambios de ropa vaquera, diseños en pedrería con bordados, bolsos. A aprovechar los elementos para darles otra utilidad y convertirlos en piezas únicas. En definitiva seguir experimentando y no se estar parada.

Me puse a leer sus obras, página a página y llegué a la conclusión de que Mada ha acordado con las musas de las artes plásticas y ha formalizado con ellas un contrato privado en el que no hay clausulas. Coloca una tela, se asoma al balcón imaginario, le muestra la pintura y cierra los ojos, mueve sus manos realizando un ejercicio instintivo, los líquidos, más claros y más espesos transitan de un lado a otro, ni uno solo confunde su cometido. Abre los ojos y se enfrenta al lienzo sobre el que ha vertido su ingenio. Ella sabe que si su obra no rehúye a la mirada va a regalarle su visto bueno, su autógrafo.

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Salimos tal cual entramos, acompañándos y en este caso también por su hija. La madre nos indica que Salma tiene facilidad por el dibujo.

¿Serán cosas de la genética?

Mada ha hecho que el día fuese favorable, un sol resplandeciente ha participado para que Francisca pueda entretenerse con las distintas tonalidades de luz que aplicará a sus fotografías y un suave céfiro que viene del mar nos ha traído perfumes lejanos.

Aprovecharemos para felicitar a Mada en el día de su cumpleaños.

…y que cumplas muchos más.

Textos: Xisco Barceló

Fotografías: Francisca Sampol

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