La waterpolista internacional Blanca Gil, designada mejor jugadora del mundo en tres ocasiones, ha fichado por el Waterpolo Mallorca Club y regresa a la competición oficial por segunda vez tras reaparecer en Grecia, en 2018. La deportista mallorquina, que se retiró hace seis años, jugará con el equipo balear la fase de ascenso a Primera División, que se disputará a finales de mayo, según ha informado la Fundación Palma Futsal.
Blanca Gil, nacida en Castellón aunque afincada en Mallorca, ya entrena con el equipo palmesano y jugará este próximo domingo en la piscina de la Universitat de les Illes Balears el último partido de la fase regular.
Nombrada la mejor jugadora del mundo en tres ocasiones (2005, 2007 y 2008), Gil consiguió ser la máxima goleadora europea en dos temporadas consecutivas (2007 y 2008), convirtiéndose en la estrella indiscutible de la mejor liga del mundo de waterpolo, la italiana, en la que desarrolló la mayor parte de su carrera profesional. En su palmarés, figuran dos títulos de Euroliga con el Catania y un subcampeonato de Europa con la selección española, en 2008, un combinado que sembró la semilla de los éxitos que llegaron después para el waterpolo nacional.
RESIDENTE EN LA ISLA Y NUTRICIONISTA DEPORTIVA
Blanca Gil se retiró en 2015, con 31 años, aunque reapareció en 2018 para disputar la Copa de Grecia, en la que había sido hasta ahora su última experiencia en activo. Desde que abandonó la alta competición, Gil ha fijado en Mallorca su lugar de residencia y se ha especializado en la nutrición deportiva, prestando consejo y asesoramiento a deportistas profesionales y olímpicos.
Tras hacerse pública su incorporación al Waterpolo Mallorca Club, la deportista ha asegurado sentir “una felicidad extrema, porque es como si volviera a empezar a jugar a waterpolo”. A pesar de acumular cinco años lejos de la actividad competitiva, Gil ha firmado que, durante este tiempo, se ha "cuidado mucho", y ha destacado, además, que cuenta con "una fuerza genética muy buena". De hecho, ha reconocido que le ha "sorprendido" comprobar la condición física que tocavía atesora, media década después de su retirada.