Rosa Estarás, en el debate sobre la propuesta de resolución del parlamento europeo en relación a los retos futuros para los derechos de la mujer en Europa ha defendido “se han cumplido 25 años de la cuarta conferencia mundial de Pekín, el programa más visionario para el empoderamiento de las mujeres en todo el mundo. Pekín tiene que continuar siendo nuestra fuente de inspiración y nuestra hoja de ruta”.
No obstante, la diputada ha subrayado que 25 años después hay luces y sombras. El cambio ha sido desesperadamente lento porque ningún país ha alcanzado la igualdad de género, la pobreza sigue teniendo rostro de mujer; brecha salarial, digital y de pensiones, la conciliación está pendiente, necesitamos avances en coeducación, la violencia contra las mujeres deja cifras sonrojantes y un largo etc.
Se une a todo ello las consecuencias de la pandemia, que han deteriorado más esa realidad, profundizando las desigualdades. Por todo ello la eurodiputada ha propuesto recuperar el espíritu de Pekín y volverse a comprometer con su hoja de ruta, para ello, es necesario “renacer colocando la diversidad, el respeto, los valores y las mujeres y niñas en el centro de la recuperación”.
Por ello, ha remarcado que “es necesario actuar, tener voluntad y no ideologizar para que todos rememos en la misma dirección, es un imperativo mundial”. Para la eurodiputada la igualdad no es discutible y tiene que ser además de un derecho, un hecho.