Este fin de semana nos hemos impactado con la triste noticia del despido colectivo realizado por la sala de espectáculos Son Amar, toda una institución en Mallorca. Por desgracia, sabemos que este tipo de informaciones serán constantes durante el año 2021.
En un momento en que el Ministerio de Trabajo debería de llamarse “Ministerio de los ERTE”, porque poca actividad más se le observa, necesitamos y debemos interpelar al Govern de les Illes Balears para que, dentro de su ámbito de acción, realice todas las políticas públicas posibles para reducir al máximo posible los cierres y EREs que la crisis generada por la emergencia sanitaria del COVID generará.
Y hay un cierre que será extremadamente doloroso para el tejido laboral mallorquín y que no puede atribuirse en exclusiva al coronavirus: si una buena acción pública no lo remedia, la situación de Globalia será en menos de un año como la del Titanic en el fondo del mar.
La venta de Air Europa (la empresa número uno en el ranking en Baleares) a Iberia ya se ha hecho efectiva por el módico precio de 500 millones de euros. En principio, pudiera parecer que a la gran aerolínea integrante de la IAG le interesaría conservar toda la infraestructura de la antigua compañía de los Hidalgo -porque así se anunció-, sin embargo, en el mundo de la aviación quien más quien menos tiene claro que el interés de Iberia para con Air Europa es en relación a sus frecuencias -o slots- con América, especialmente América Latina. Esto significa que le interesan las rutas que salen desde Madrid, no las que salen desde Palma. En resumen, Air Europa se muda a Madrid.
Con ello, el grupo Globalia (Globalia Corporate Travel, Globalia Business Travel, Globalia Handling, Globalia Mantenimiento Aeronáutico, Groundforce, Globalia meetings & events, Globalia Call center, Travel Plan, Welcome Beds...) lleva el camino de deshacerse como un calcetín de punto. Al no tener la empresa central en Palma, todo lo que le da soporte o le ronda será superfluo y prescindible. A la reducción de trabajadores derivados de la fusión de Halcón Viajes con B de Travel Brand, se le sucederán a partir de ahora continuas reducciones de personal en las otras empresas integrantes del grupo. El hangar de Globalia en Son Sant Joan -inaugurado en 2006 con todas las autoridades y máximo boato como emblema del poder de nuestro aeropuerto- será pasto de las telarañas si no se hace nada al respecto.
¿Consentirá el Govern de les Illes Balears, y más concretamente el conseller de Model Econòmic Iago Negueruela, el derrumbe del grupo empresarial de mayor facturación y empleados? ¿Se piensa intervenir para evitar el inevitable colapso y que millares de trabajadores engrosen las listas del paro? ¿Tiene planeado algo al respecto o simplemente pondrá excusas cuando nos encontremos con la noticia en la cara?
La titularidad de la empresa es lo de menos, lo importante es el volumen de negocio que desaparecerá -con lo que ello supone para el tejido económico autonómico- y que miles de familias verán eliminado su sustento económico.
Madrid nos ha metido un gol por debajo de las piernas, y los hay que todavía no se han enterado. A ver si al menos se logra empatar el partido.