El Govern balear es partidario de que se modifique el decreto de estado de alarma para que las comunidades puedan adelantar a las 20 horas el inicio del toque de queda y estudiará aplicar esa medida si el Gobierno central la autoriza.
En declaraciones a los medios de comunicación en Menorca, la presidenta ha reclamado al Ejecutivo central que dé "todas las herramientas posibles a las CCAA". "Si hemos de decir, hemos de tener todas las herramientas posibles", ha indicado.
"Ya antes de Navidad cuando estábamos en una situación de mucha dificultad en Mallorca, ya pedí avanzar el toque de queda al Ministerio de Sanidad y ya se nos explicó que se tenía que hacer un decreto ley para que fuera posible", ha señalado Armengol.
Por este motivo, la presidenta ha recordado que la opción que escogió el Govern dentro de sus competencias fue recomendar a la población estar en casa a las 20.00 horas y avanzar los cierres del comercio a esa hora. "Si nos da la posibilidad de avanzar el toque de queda con la situación sanitaria que tenemos obviamente que la tiraríamos adelante como ya pedimos antes de Navidad", ha asegurado la presidenta.
No obstante, Armengol ha advertido que "sería una de las medidas a poder aplicar" en el caso de Ibiza o de Mallorca, no de Menorca por ejemplo que tiene el cierre comercial más tarde. Así, ha insistido en la importancia de que "la comunidad disponga de la herramienta y poder decidir según su situación sanitaria qué medida toma".
REUNIÓN DEL CONSEJO INTERTERRITORIAL
Sobre este mismo asunto, la portavoz del ejecutivo autonómico, Pilar Costa, ha confiado en que el Consejo Interterritorial de Salud del próximo miércoles flexibilice la hora de inicio del toque de queda y ha recordado que prohibir estar en la calle sin causa justificada desde las 20 horas coincide con el propósito de las medidas adoptadas en las islas, donde los comercios no esenciales cierran a esa hora.
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Costa ha insistido en que el Govern adoptó esa medida para tratar de reducir los movimientos de la población, a la que recomienda que limite su actividad a "lo imprescindible": trabajo, colegios y compras de productos básicos.
Dada la alta incidencia general de la pandemia, con 686 casos por 100.000 habitantes en 14 días en el conjunto del archipiélago y 1.394 en Ibiza, el ejecutivo no se plantea "flexibilizar las medidas" en vigor y no descarta endurecerlas.
No obstante, Costa ha señalado que no está sobre la mesa imponer un confinamiento domiciliario que, además, será competencia del Gobierno central.
Ha insistido en hacer un llamamiento a la población para que cumpla estrictamente con las restricciones vigentes, que prohíben encuentros sociales o familiares de personas no convivientes.