Así, su director, Albert Forés Gómez, señaló que «desde el Museo Marítimo no podemos estar más contentos y agradecidos al Departamento de Cultura, Patrimonio y Política Lingüística, del Departament de Medi Ambient i Sostenibilitat del Consell de Mallorca y a su técnico de Patrimonio Marítimo, Bernat Oliver, por esta declaración ».
«Es un gran logro para el patrimonio marítimo de la Isla y también para el patrimonio mundial, porque, al fin y al cabo, la vela latina es una expresión de nuestra diversidad cultural. En Mallorca se ha preservado a lo largo de los años gracias de la gente que ha estado velando para que así sea ».
Para Albert Forés Gómez, este hecho «beneficiará al Museo Marítimo de Mallorca para que entre todos vayamos dando visibilidad a este patrimonio, que durante siglos nos ha conformado como sociedad. Se conoce desde tiempos inmemoriales y es común a otras regiones del Mediterráneo ».
Asimismo, Manuel Gómez, presidente de la Asociación de Amics del Museu Marítim, ha querido destacar que "para nosotros, que hemos estado luchando por la conservación del patrimonio marítimo de Mallorca y del Mediterráneo, es una satisfacción muy grande, ya que no sólo incluye a la vela latina, si no a todo lo que le rodea, mestres d'aixa, embarcaciones, etc».
«Se trata de un momento muy especial que debemos señalar en el calendario como un hito importantísimo para nuestro patrimonio marítimo, que muchas veces ha sido totalmente abandonado y que, gracias al impulso del Museu Marítim de Mallorca y de asociaciones como nuestra ha podido conservar una gran parte de este patrimonio», ha finalizado Manuel Gómez.
Hay que recordar que la vela latina es propio de las embarcaciones tradicionales de Mallorca. Se conoce desde tiempo inmemorial y es común a otras regiones del Mediterráneo.
Por vela latina se entiende el aparato latino y su técnica de navegación. El aparato está formado por una vela ('mestra') o más de una vela ('Mitjana', 'Triquet', 'floc'), que se pueden combinar de diferentes maneras.
En Mallorca, los pescadores han utilizado la vela latina desde tiempos inmemoriales. Las barcas de arrastre son los últimos representantes de la utilización del aparato latino en el mundo pesquero.